Hay
pocos
directores
que
se
hayan
ganado
la
atención
de
Martin
Scorsese.
Sus
más
de
60
años
de
carrera
han
tenido

subidas
y
bajadas
,
obras
maestras
y
trabajos
cuestionables,
pero
no
se
puede
negar
su
ojo
para
rodearse
de
grandes
talentos
y
buscar
historias
fascinantes,

A
pesar
de
trabajar
con
los
guiones
de
otros,
la
filmografía
de
Scorsese

también
tiene
sorprendentes
matices
autobiográficos
,
pero
quizás
ninguno
haya
sido
tan
claro
como
‘Toro
Salvaje’
.
La
película
cuenta
la
historia
real
de
Jake
LaMotta,
un
boxeador
que
combina
su
espíritu
de
competición
con
un
carácter
impredecible
y
temperamental
que
está
arruinando
su
vida
personal,
y
que
se
convertiría
en
una
de
las
grandes
obras
maestras
del
cineasta.

Denirobull


En
la
vida
real,
Scorsese
estaba
viviendo
su
propio
calvario
.
Según

revelaba

el
autor
Jay
Glennie
en
su
libro
sobre
el
making
of
de
la
película,
el
director
venía
de
fracasar
estrepitosamente
con
el
musical
‘New
York,
New
York’
.
A
nivel
personal
estaba
peor,
lidiando
con
serios
problemas
de
adicción.
Cuando
una
sobredosis
le
dejó
en
el
hospital,
con
la
vida
pendiendo
de
un
hilo
y
con
un
ultimatum
del
doctor,
parecía
por
momentos
que
estaba
listo
para
rendirse
en
todos
los
sentidos.

Fue
entonces
cuando
Robert
De
Niro,
amigo
y
colaborador,
se
plantó
en
el
hospital
con
su
propio
ultimatum,
dejándole
muy
claro
que
su
situación
no
mejoraría
si
seguía
igual. “¿Qué
es
lo
que
quieres
hacer?
¿Quieres
morir?

¿Es
eso?
¿No
quieres
vivir
para
ver
a
tu
hija
crecer
y
casarte?”.
Por
si
sugerirle
su
fallecimiento
no
funcionaba,
De
Niro
remató
con
algo
que
quizás
le
importaba
incluso
más,
el
aviso
de
que
se
quedaría
como
uno
de
esos
directores
que
solo
hacen
un
par
de
películas
buenas
y
luego
desaparecen.

La
decisión
acabó
siendo
sencilla
para
Scorsese,
quien
afirmó
que
se
sintió
agradecido
de
que
hubiera
un
proyecto
listo
con
el
que
simplemente
podía
subirse
al
carro.
De
Niro
llevaba
ya
un
tiempo
trabajando
por
levantarlo,
habiéndose
leído
el
libro
y
contactado
con
los
productores

Robert
Chartoff

y

Irwin
Winkler
,
pero
tenía
muy
claro
que
no
veía
a
nadie
más
en
la
dirección
que
a
su
colaborador
habitual.

Según
Winkler,
quien
continuaría
como
productor
a
lo
largo
de
toda
la
filmografía
de
Scorsese,
sin
estas
palabras
de
De
Niro
el
director
probablemente
no
hubiera
levantado
cabeza.
El
proyecto
supuso
una
suerte
de
terapia,
manteniéndolo
ocupado,
saludable,
y
rodeado
de
un
equipo
que
tenía
fe
total
en
él.
Una
vez
terminado,
fue
exactamente
el
éxito
que
necesitaba
para
levantar
su
carrera,
y
sin
el
que
no
tendríamos
otras
películas
como
‘Uno
de
los
nuestros’

o
‘El
irlandés’
.

En
Espinof
|

Martin
Scorsese
ya
no
quiere
ver
las
películas
en
el
cine
por
lo
mismo
que
tú.
No
soporta
el
ruido
ni
a
la
gente
con
el
móvil

En
Espinof
|

Las
17
mejores
películas
de
Martin
Scorsese