La
industria
el
cine
es
un
arte
que
nunca
termina
de
reinventarse:
tanto
en
técnicas
de
grabación
como
en
efectos
especiales,
siempre
hay
una
forma
en
la
que
los
directores
y
técnicos
pueden
sorprender
a
la
audiencia,
aunque
hubo
una
ocasión
en
la
que
ese
afán
de
superarse
trajo
en
el
público

efectos
desagradables
de
los
que
muchos
se
quejaron.

El
lanzamiento
de
una
película
de ‘El
Hobbit:
un
viaje
inesperado

generó
una
sensación
de
náuseas
que,
en
efecto,
nadie
esperaba,
pero
no
por
su
calidad
narrativa,

sino
por
la
sensación
física

que
provocó
a
algunos
espectadores
en
las
salas
gracias
a
la
decisión
del
director
Peter
Jackson
de
rodarla
con
una
mayor
calidad
de
la
acostumbrada.

El
cineasta
quiso
lograr
imágenes
más
nítidas
en
la
película,
por
lo
que

decidió
grabar
a
48
fps
,
el
doble
que
el
estándar
cinematográfico
de
24
fps

y
proyectarla
también
a
esa
velocidad.

Sin
embargo,
lo
que
pretendía
mejorar
la
experiencia
acabó
provocando
efectos
adversos
en
la
audiencia.

En
proyecciones
previas,
algunos
espectadores

reportaron
mareos
,
movimientos
suaves
demasiado
intensos

o
incluso
migrañas
provocadas
por
la
alta
resolución

visual
y
por
el
uso
de
las
gafas
en
3D,
como

relato
de
un
asistente

a
una
premiere
en
Nueva
Zelanda: “(la
calidad)
funciona
para
las
grandes
montañas
nevadas,
pero
en
los
primeros
planos
la
imagen
se
distorsiona.
Salí
encantada
con
la
película,
pero
con
náuseas”.

La
conexión
entre
el
ojo
y
la
pantalla

La
explicación
puede
hallarse
en
cómo
el
ojo
y
el
cerebro
procesan
estas
imágenes
tan
detalladas.
Según

el
ingeniero
Adrian
Bejan
,
el
sistema
visual
humano
combina
movimientos
oculares
horizontales
rápidos
y
barridos
verticales
lentos.
A
48
fps,
esa
combinación
se
estresa
para
captar
más
información
en
cada
plano,

generando
fatiga
cognitiva
y
ocular.

Aunque
Jackson
defendió
su
decisión,
afirmando
que
hasta
el
cine
antaño “parecía
primitivo”
frente
a
esta
nitidez
y
fluidez,
la
crítica
técnica
señaló
las
consecuencias
negativas
del
llamado “efecto
telenovela”
(soap
opera
effect
),
caracterizado
por
una
imagen
hiperrealista

que
resta
magia
cinematográfica

y
puede
resultar
incómoda.

A
pesar
de
todo,
el
formato
HFR
también
tiene
virtudes.
Un
artículo
publicado
en
su
momento
en
Wired

elogiaba
la
claridad
impresionante

y
realismo
visual
de ‘El
Hobbit’,
comparándola
con
un
paisaje
tridimensional
casi
táctil,
todo
gracias
a
la
decisión
de
Jackson
y
su
equipo,
que
se
convirtió
también
en
una
llamada
de
atención:
porque
no
todos
los
espectadores

recibirán
bien
estos
cambios
.

En
última
instancia,
las
consecuencias
de
esta
decisión
es
una
lección
para
la
industria:
innovar
en
imagen

no
siempre
produce
experiencias
mejoradas
.
Que ‘El
Hobbit’
provocara
náuseas
es
una
señal
clara
de
que
la
tecnología,
sin
equilibrio
con
la
experiencia
humana,
puede
pasar
factura.

Foto
de
IMDB

En
Trendencias
|

Cuando
Hugh
Jackman
no
cobró
por
su
actuación
en
una
película
de
X-Men
pero
puso
dos
condiciones
a
las
que
Fox
no
se
pudo
negar

En
Trendencias
|

Exigió
una
mejor
paga
y
fue
despedido
de
una
popular
saga
de
ciencia
ficción,
pero
su
demanda
hizo
que
las
reglas
de
Hollywood
cambiaran
para
siempre