

La
serie
que
nunca
respondía
preguntas
respondió
prácticamente
a
todas,
pero
la
gente
no
estaba
atenta
Si
quieres
hacer
rabiar
a
un
fan
de
Perdidos,
dile
que
no
respondieron
a
ningún
misterio…
porque
la
auténtica
verdad
es
que
los
revelaron
prácticamente
todos
dentro
de
la
serie,
y
solo
había
que
prestar
atención.
¿El
humo
negro?
¿Estaban
todos
muertos?
¿Por
qué
no
pueden
irse
de
la
lista?
¿Qué
hacía
Desmond
en
la
escotilla?
¿Qué
son
los
susurros?
Todo
está
solucionado:
otra
cosa
es
que
las
soluciones
no
fueran
satisfactorias
para
un
público
que
exigía
que
todo
tuviera
sentido
y
estuviera
relacionado.
Licor
del
Polo
Una
de
las
preguntas
supuestamente
no
solucionadas
que
más
van
a
enervar
al
fan
medio
de
Perdidos
es
“¿Qué
hacían
allí
los
osos
polares?”,
porque
fue
respondida
de
manera
clara
a
lo
largo
de
las
temporadas.
Desde
que
en
los
primeros
episodios
se
encontraran
con
ellos,
los
seguidores
quisieron
saber
qué
hacían
allí,
por
qué
y
cómo
llegaron.
La
respuesta
corta
es “los
llevaron
a
la
isla
y
los
dejaron
ahí”:
La
larga
tiene
mucha
más
miga.
En
la
temporada
3,
los
Otros
capturaban
a
Jack,
Kate
y
Sawyer
durante
nueve
episodios,
y
sus
cárceles
resultaban
ser
el
lugar
donde
los
osos
polares
eran
cautivos
de
Dharma.
Más
concretamente,
de
la
estación
Hydra.
Más
adelante,
en
la
temporada
4,
vemos
a
Charlotte
en
el
desierto
descubriendo
un
oso
polar
con
un
collar
de
la
Iniciativa
Dharma,
y
después
sabemos
que
fue
provocado
por
haber
movido
la
isla
de
lugar.
Dicho
de
otra
manera:
los
osos
fueron
simplemente
utilizados,
como
si
fueran
ratones
de
laboratorio,
para
mover
la
isla
y
comprobar
su
reacción
a
la
radiación
electromagnética
de
la
misma.
Y
no,
no
era
la
idea
inicial,
obviamente:
los
creadores
pretendían
que
tuviera
algo
que
ver
con
Walt
(que
lee
un
cómic
de
Linterna
Verde
con
un
oso
polar
en
él)
y
sus
poderes
psíquicos,
pero
lo
dejaron
correr
y,
cuando
llegó
la
hora
de
dar
una
explicación,
esta
fue
claramente
decepcionante.
Decepcionante
o
no,
tiene
solución,
al
fin
y
al
cabo:
sí,
explicaron
lo
que
pintaban
los
osos
allí.
No,
nadie
se
quedó
satisfecho
del
todo.













