

La elogiada película de Jalmari Helander estrena su primera secuela este viernes 21 de noviembre en las salas de cine españolas
“No sé cuándo voy a hacerla ni si voy a hacerla, pero tengo una idea de lo que va a pasar después de esta. Va a ser más grande y será un follón de la hostia”, nos adelantaba ya en 2023 el director de cine finlandés Jalmari Helander sobre sus planes sobre una posible secuela de Sisu, la impactante película de acción ambientada en la Laponia finlandesa durante la Segunda Guerra Mundial en la que un ex soldado sexagenario trataba de proteger su oro matando a los nazis que le perseguían de todo tipo de formas imaginables.
La película, protagonizada por el cuñado de Helander Jorma Tommila en la piel del casi superhombre Aatami Korpi, debutó en el Festival de Cine de Toronto antes de su llegada a las salas de cine y fue objeto de una gran acogida por parte de la crítica, como demuestra su puntuación prácticamente perfecta en Rotten Tomatoes. “Es una cinta escandalosamente divertida en la que se derrama sangre como si fuera cerveza en una despedida de soltero, que tiene suficientes guiños en pantalla como para asegurarnos que Helander no se lo toma todo tan en serio como para que no podamos reírnos un poco con tanto nazi asesinado de la manera más bestia posible”, elogiaba Tomás Andrés en su crítica de 4,5 estrellas para SensaCine.
Tras la buena acogida de Sisu en los mercados internacionales, Helander se lanzó de cabeza a la secuela y Sisu: Camino a la venganza ya es una realidad que llega a las salas de cine españolas este viernes 21 de noviembre.
De nuevo con Jorma Tommila en la piel del protagonista pero con la incontestable incorporación de Stephen Lang en la piel de un enemigo a la altura del legendario Koschéi, Sisu: Camino a la venganza se las apaña para superar a su predecesora en cuanto a despliegue de violencia: coreografías de acción aún más imposibles y formas aún más improbables de matar.
El punto de partida de la secuela es el año 1946, un par de años después de los acontecimientos de la primera película, cuando Aatami Korpi regresa al hogar donde su familia fue brutalmente asesinada para arrancarlo del lugar ahora ocupado por la URSS para reconstruirlo en otro lugar. Literalmente tabla a tabla, Korpi deshace su casa y la carga en un camión para regresar a territorio finlandés. Sin embargo, al saber que el Koschéi, quien en el pasado asesinó a una legión de soldados rusos durante la Segunda Guerra Mundial, está en la zona, el ejército contratará al mismo hombre que en el pasado mató a su mujer y sus hijos, Igor Dragonov (Lang), con la misión de acabar con él.
“Sentí que tenía lo necesario para hacer incluso una película mejor que la primera”, aseguraba orgulloso Jalmari Helander en su entrevista con SensaCine con motivo del estreno de la película. “Y estoy gratamente sorprendido de lo bien que ha resultado, porque podría no haberlo hecho”. Puedes leer la entrevista al completo a continuación.
Pregunta. ¿Cuándo empezaste a pensar en hacer una segunda película y cómo decidiste de qué trataría?
Jalmari Helander: Siempre tuve la idea de que quería hacer una secuela, pero no sabía de qué trataría. Cuando finalmente se me ocurrió la idea de intentar que él recuperara su casa, sentí que por fin tenía lo necesario para hacer incluso una película mejor que la primera. Eso era importante para mí.
P. Esta película es más emocional, pero al mismo tiempo es incluso más loca que la primera en cuanto a violencia y escenas de acción imposibles, que es justo lo que hizo que la gente adorase ‘Sisu’. ¿Cómo encontraste el equilibrio entre ambos elementos?
J.H. No lo sé. Solo esperaba que funcionara. Y estoy gratamente sorprendido de lo bien que ha resultado, porque podría no haberlo hecho, pero por alguna razón funciona. Y estoy muy contento por ello.
Aatami protagoniza escenas tan extremas en esta segunda película, que el personaje parece casi sobrehumano en algunos momento. ¿Para ti tiene cierta importancia mantener cierto punto de credibilidad creíble o definitivamente es algo que no te preocupa demasiado?
J.H. Depende de a quién le preguntes qué es creíble o no. Yo creo en lo que ocurre en la película, pero estoy seguro de que habrá gente que no. Para mí es importante tener la libertad de hacerlo como quiero y crear mi propio mundo, donde las cosas pueden suceder como en este filme. Tengo la suerte de poder hacerlo y de que haya más personas aparte de mí a las que les guste.
P. Algunas escenas y acrobacias son realmente salvajes, como la secuencia del agua o especialmente la del tren, en la recta final, que es absolutamente increíble. ¿Llevó mucho tiempo conseguirlas? ¿Hubo alguna secuencia de acción que quisieras hacer pero fuera demasiado difícil?
J.H. Pudimos hacer todo lo que queríamos. Y por alguna razón disfruté mucho la secuencia del tren. Cuando filmamos algo más simple, como escenas con actores dentro del tren, puedo hacer más cosas que cuando hay muchos coches en movimiento, que es un tipo de rodaje totalmente distinto. Así que disfruté mucho esa secuencia.
P. Me gustaría preguntarte por la incorporación de Stephen Lang. Me encanta su personaje y creo que es el villano perfecto para esta historia. ¿Cómo fue integrarlo en este universo?
J.H. Cuando surgió la idea de contar con Stephen Lang, pensé inmediatamente que era perfecto. Como actores, él y Jorma [Tommila] tienen cierta similitud, y se respetan mucho mutuamente. Funcionó muy bien. Y espero hacer algo más con Lang en el futuro.
P. Para mí, esta película tiene un final muy emotivo, perfecto para cerrar la historia. ¿Estás pensando en una tercera película o esta es la conclusión definitiva?
J.H. Para mí también el final es perfecto, y sería genial dejarlo así. Pero no lo sé. No sé qué va a pasar.
P. Otra cosa que me parece muy especial del universo que has creado con ‘Sisu’ es que nada se sobreexplica, algo que hoy en día ocurre muy a menudo. ¿Por qué confías tanto en el silencio?
J.H. Hay razones prácticas. Soy de Finlandia y, si contara una historia finlandesa, tendría que usar el inglés para conseguir la financiación necesaria. Pero en Finlandia es común no hablar mucho. Así que puedo tener un protagonista finlandés que no hable inglés y encaja bien. Además, es mucho más desafiante, en el buen sentido, contar una historia sin explicarla mediante diálogos, solo mostrándola. Te obliga a hacerlo de manera más cinematográfica y casi siempre funciona mejor que hablar.
P. Esta secuela se siente más grande en escala y ambición. ¿Hubo algo que aprendiste de la primera película que fuese clave en cómo abordaste la segunda?
J.H. Cuando hicimos la primera aún estaba buscando qué funcionaba y qué no. Aprendí mucho haciéndola y viéndola con diferentes audiencias en distintos países. Ahora tengo una mejor idea de lo que funciona y me siento más seguro para experimentar, porque tengo la sensación de que lo hice lo suficientemente bien la primera vez. Así que fue agradable hacerlo de nuevo con más confianza.













