Resulta imposible imaginar a Pablo Guiñazú encerrado en una casa. Siempre fue un trotamundos del fútbol, jugando en países tan diferentes como Rusia, Italia, Paraguay, Brasil y el nuestro. Pero el “Cholo” no es la excepción a la regla y está cumpliendo el aislamiento social preventivo y obligatorio como cualquier hijo de vecina. Y sin privilegios por ser quién es.

Y es alguien a quién respetar. Es el último ídolo y referente de club. El año pasado, antes de cumplir los 41 años, decidió colgar los botines. Fue grande la incredulidad de los hinchas de Talleres, que lo veían correr para tirarse al piso y recuperar pelotas como cuando era un veinteañero volante central.

No usó la “chapa” para conseguir un permiso de circulación que le permitiera salir y se recluyó en su hogar, dispuesto a reforzar los vínculos familiares con su esposa Érika y sus hijos Matías (19 años) y Lucas (13) y a colaborar con las tareas del hogar, aprendiendo que limpiar, ordenar y hacer las camas es una tarea en la que, en cuarentena, todos deben hacer.

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Entrena junto a su familia en el patio de su vivienda y la tiene al “trote” con los ejercicios, como lo hizo él en su extensa carrera de 23 años como futbolista profesional. Y se da tiempo para ver series y películas juntos y, por supuesto, comer ahora, más que nunca, esos asados y milanesas con papas que no negocia. Todo, acompañado por un buen ferné con coca.

Mundo D tuvo una larga charla telefónica con “el Cholo” para saber cómo se las rebusca un amante de la libertad, los viajes y las salidas permanentes como él. Y si algo no pierde por el encierro, porque lo lleva en su ADN, es su empatía, locuacidad y capacidad para que, en cada respuesta, quede margen para la reflexión.

–¿Cómo la vas llevando?

–Soy un agradecido, primero que todo, porque tengo a Erika, Matías y Luquitas bien de salud. Soy un bendecido por la familia que tengo. Tenemos un poquito de verde en casa para entrenarnos a la tarde juntos y disfrutamos de hacerlo. Ellos se quedan hasta tarde a la  anoche viendo series, pelis, en la Play, en charlas online con los amigos, así que los dejo dormir hasta tarde a la mañana. Pero tipo 16.30 o 17, el ‘profe’, que soy yo, comienza con el servicio militar y nos ponemos a entrenar. Vamos gastando esa energía que acumulamos al no poder salir de casa.

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–¿Qué actividades te cortó la cuarentena?

–Estaba justo por empezar a dar esas charlas motivacionales, en la Sala de Las Américas, que se llaman “Más allá de la gloria”, para relatar mis experiencias de tantos años en el fútbol y sobre los valores, un tema que tanto me interesa y que uno trata de cultivar en su vida a rajatabla. Y estaba jugando en el Torneo “Golden” y en la Ucfa, con “Siento volando” y “La Trenza”, dos equipos, dos bandas hermosas que me dan vida y alegría.

–¿Alcanzaste a jugar en Barrio Parque?

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–Es algo que me gustaría aclarar. Matías, mi hijo mayor, está jugando en Parque. Yo siempre lo voy a ver a entrenar, por lo general de noche, porque está entre reserva y primera. Y el profe del equipo me deja entrenar, me abrieron las puertas. Hago reducido o cuando falta alguno me ponen y juego un rato. Iba a jugar el último amistoso previo para el equipo de primera, antes de que comenzara el torneo de la Liga Cordobesa. Tuve la suerte de jugar con Matías contra un equipo de Alta Gracia. Fue hermoso. Soy un agradecido. Me terminé haciendo hincha de Parque.

–¿Te imaginaste que alguna vez en tu vida ibas a estar en una “prisión domiciliaria” como estamos ahora?

–Qué buena definición esa de prisión domiciliaria…. es así… La primera vez que me toca pasar algo así. Ni cerca. Tenemos que ser conscientes de que el mundo está tambaleando, que este virus nos iguala y no respeta fronteras ni religiones. Hay que cuidarse, no salir y colaborar para no infectar ni infectarnos. Tenemos que tratar de salir lo más rápido posible de esto y con el menor sufrimiento. Uno ha visto películas de zombis, virus y pandemias, pero que íbamos a vivir esto. No nos damos cuenta de que somos tan millonarios con las pequeñas cosas que tenemos diariamente, como poder salir dar una vuelta a la plaza, ir al súper o tomar un café con un amigo. Tienen que pasar cosas así y que nos falten para que las valoremos. Con la salud y la libertad que tenemos, somos millonarios.

–¿Cuánto hace que nos ves a tu vieja?

–Desde que empezó la cuarentena; no sabés lo que la extraño a la Glady (sic). Yo soy muy mamero. Ella a se quedó en General Cabrera. Hablé dos días antes con ella y me dijo que en tres o cuatro días se vendría para casa y justo decretaron la cuarentena. No la pude traer conmigo, pero por suerte está en su casita bien, solita, pero tranquila, cuidándose y tomando mate. Hablo con ella todos los días Gracias a Dios la va a ver mi hermano del medio, que está más cerca, para ver qué necesita.

–¿Te hablás asiduamente con tu excompañeros de la “T”?

–Sí, soy de molestarlos y de preguntarle cómo están llevando la cuarentena. El otro día estuve hablando con “el viejo” Mauri (por Caranta) y con Javi (Gandolfi) también. Mirá quién habla de viejo, ja, ja. Son dos tipos a los que quiero mucho. También a Guido (Herrera) y a Facu (Medina). Con ellos nos cagábamos a palos en el fútbol tenis, ja, ja, pero uno los termina extrañando a todos, a los médicos, a los empleados del club. Siempre trato de estar cerca de la gente que ha dado tanto.

–¿Y con “Bebelo” (Reynoso)?

–¿Cómo? Al “Rey” lo c… a p… todos los días. Por suerte está muy bien, entrenando mucho en su casa y  cuidándose. En Boca la exigencia es mucha.

–¿Hiciste el curso de DT?

–Lo voy a empezar ahora, ni bien termine esta cuarentena. Ojalá pueda empezar desde el banco a transmitir la experiencia que me dejó todos estos años en el curso.

–¿Has podido charlar con Alexander Medina?

–Sí, es un fenómeno el gran “Cacique”, un personaje hermoso. Yo sabía de él por amigos uruguayos exjugadores que tengo y, si me pongo a pensar a lo mejor alguna vez lo debo haber enfrentado, porque tenemos la misma edad. Cada vez que voy al club me abre las puertas de las prácticas para que participe y pueda hablar con los chicos. Y en la charlas con él le saco el jugo, aprendo muchísimo. Es un técnico con mucho carácter, con personalidad y me encanta su estilo de juego intenso y ofensivo. Le mete una intensidad impresionante a los entrenamientos junto a sus profes. Y lo disfruto también en los partidos. Tiene un potencial y un futuro tremendo. Es una fiera y estoy seguro de que los jugadores están aprendiendo mucho de él. Además, tiene esa garra del fútbol charrúa que contagia tanto.

–¿Qué opinás de la evolución de Andrés Cubas?

–Tuve la suerte de jugar varios partidos al lado de “Andrecito”. Me encanta cómo está jugando y la forma en qué está creciendo en lo futbolístico. Te aseguro que yo aprendí de él, pese a que es muy joven. Tiene muchísimo todavía para aprender y crecer, pero ya ha sumado una gran experiencia. Sabe escuchar y asimilar los consejos que le dan. No tiene techo. Tiene nivel de selección y por eso ya lo citaron a la paraguaya.

–¿Y de Nahuel Bustos, otro que explotó en el equipo?

–“Nahuelito” es un atrevido en el área rival, tiene una personalidad muy fuerte, gambetea e insiste si pierde la pelota. Está aprendiendo a manejar los momentos de los partidos. Define bien con la derecha y con la zurda y tiene una gambeta peligrosa. Yo lo defino como un guerrero, porque es un luchador. Le tocó irse a México y volver, demostrando que puede ser muy importante para el equipo. Además, hoy con la paternidad está más crecido, más maduro y la “cabecita” le ha cambiado. Está mucho más profesional. Le va a dar más alegrías a Talleres.

–¿Cómo ves lo que viene?

–Habrá un antes y un después de esta pandemia. Tenemos que seguir aguantando y estar firmes, porque este virus se ha llevado la vida de mucha gente y se va a llevar muchas más todavía. Esto no es joda. Y si bien la gente está sufriendo en lo económico y lo psicológico, no queda otra que guardarnos, quedarnos en casa. Si tenemos salud, vamos a poder a salir a pelearla después como guerreros que somos. Hay que hacerle caso a los que saben de esto. Sé que el esfuerzo que estamos haciendo es extrahumano, pero no nos queda otra que seguir resistiendo a pie firme.

Su opinión sobre el protocolo que presentó Talleres para entrenar

Andrés Fassi, en nombre de Talleres presentó a las autoridades municipales, provinciales y nacionales un protocolo en base a recomendaciones de la OMS y la Fifa para que el plantel abiazul pueda, en breve, volver a entrenarse en esta cuarentena, que prevé una serie de medidas sanitarias rigurosas para minimizar el riesgo de contagio del covid-19.

Al momento de  esta entrevista  con Guiñazú, sólo habían trascendido algunas de las indicaciones que después se conocieron en detalle. ¿Cuál fue la opinión del “Cholo” cuando se lo consultó?

 “Sí, algo leí y me parece bien lo que propuso, pero son los especialistas en el tema y las autoridades las que deben decidir si puede aplicarse o no. De lo que sí  estoy seguro es que Andrés no lo hubiera presentado si no estaba asesorado y cubierto convenientemente por especialistas, científicos y gente muy competente en el tema. Él es muy inteligente y no lo hubiera presentado si no estuviera seguro de que puede aplicarse y que se cumple con todos los recaudos sanitarios”, puntualizó.

“Leí que se haría por grupos, en espacios amplios, respetando las distancias y cuidando en forma estricta las  medidas preventivas. Y tengo entendido que Bayern Munich ya lo está haciendo en términos similares. Yo, como exfutbolista, lo que puedo decir es que no es lo mismo entrenar en la  casa que en grupos, con el profe al frente y en competencia. El jugador necesita levantarse temprano, ir a entrenar y mantener una rutina grupal. Espero que a Andrés le vaya bien con eso. Además sería una buena forma de ir ganando tiempo hasta que el fútbol se reanude, porque cuando vuelva se van a necesitar un par de meses más para poner de nuevo a punto a los jugadores. No sé cuánto tiempo va a quedar para jugar antes de que se termine el año”, añadió.

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Edición Impresa

El texto original de este artículo fue publicado el 20/04/2020 en nuestra edición impresa.

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