El
nuevo
episodio
flashback
de ‘The
Acolyte‘
(o,
bueno,
la
versión
expandida
del
flashback
de
la
serie
de
Star
Wars)
puede
que
no
nos
haya
terminado
de
convencer…
pero
sí
que
tiene
en
su
metraje
una
referencia
que
puede
que
se
nos
haya
pasado
desapercibida,
sobre
todo
porque
es
de
algo
relativamente
reciente
en
el
lore
de
la
franquicia
de
ciencia
ficción.
Sin
entrar
en
spoilers,
durante
el
episodio
descubrimos
que
el
motivo
por
el
que
la
cuadrilla
de
jedis
comandada
por
Indara
(Carrie-Anne
Moss)
se
encuentra
en
el
planeta
Brendok
no
es
para
investigar
el
aquelarre
de
brujas
liderado
por
Aniseya
(Jodie
Turner-Smith)
sino
el
hecho
de
que
el
planeta
tenga
vegetación
cuando
tan
solo
décadas
antes
era
un
mundo
muerto.
Legado
letal
Según
cuentan
los
jedis,
Brendok
fue
uno
de
los
planetas
afectados
por
el
Gran
Desastre
del
Hiperespacio
(Great
Hyperspace
Disaster),
evento
que
habría
desolado
por
completo
el
planeta
cien
años
antes
por
lo
que
su
abundante
vegetación,
sospechan,
podría
venir
de
la
presencia
de
una
vergencia
de
la
Fuerza
en
él.
Pero
exactamente
qué
fue
este
Gran
Desastre
Hiperespacial,
como
también
se
conoce
al
evento:
pues
fue
nada
menos
que
una
de
las
primeras
historias
narradas
en
el
marco
de
la
Alta
República.
Concretamente
en ‘Star
Wars.
The
High
Republic:
Luz
de
los
jedi‘,
la
novela
de
Charles
Soule
que
da
inicio
a
la
etapa,
y
que
narra
la
catástrofe
de
la
nave
Ruta
Legado
en
el
año
232
antes
de
la
Batalla
de
Yavin.
La
nave,
un
demasiado
viejo
carguero
que
transportaba
tanto
cargamento
como
colonos
para
los
planetas
del
Borde
Exterior
se
encontraba
en
plena
ruta
en
el
hiperespacio
cuando
una
nave
nihil
(básicamente
piratas
espaciales)
se
interpuso
en
su
camino
(estos
acceden
al
hiperespacio
de
maneras
peculiares).
En
la
maniobra
de
intentar
evitar
la
inevitable
colisión,
la
nave
terminó
desgarrándose.
Estas
partes
de
la
Legado
acabaron
siendo,
por
así
decirlo,
escupidas
del
hiperespacio
hacia
el
espacio “real”
dirigiéndose
a
toda
velocidad
(a
casi
la
velocidad
de
la
luz)
y
destruyendo
lo
que
se
cruzara
por
su
camino,
provocando
la
evacuación
de
planetas
y
lunas
enteras.
Gracias
a
los
jedi,
se
pudo
evitar
la
destrucción
del
sistema
Hertzal.
Si
bien
se
puedo
salvar
eso,
se
repitieron
varias
de
estas
expulsiones
de
nave.
Estas
situaciones
se
llamaron “emergencias”
y
se
produjeron
decenas
a
lo
largo
del
borde
exterior.
La
primera,
con
la
colisión
de
un
fragmento
de
nave
en
el
planeta
Ab
Dalis,
provocó
la
muerte
de
veinte
millones
de
personas;
otra,
devastó
la
luna
de
Koboh
y,
según
cuenta
Indara,
otra
habría
desolado
Brendok.
Para
Soule,
la
idea
de
crear
esta
catástrofe
que
definió
parte
de
la
Alta
República
(una
de
las
consecuencias
fue
cerrar
varias
rutas
del
hiperespacio)
era
alejarse
un
poco
del
tema “héroes
contra
villanos”
y
hablar
de
cómo
un
sistema
con
gran
presencia
jedi
gestionaría
grandes
desastres:
«Estoy
muy
convencido
sobre
este
punto
particular…
quiero
hablar
de
ello.
Creo
que
lo
estamos
viendo
ahora
en
el
mundo
en
que
vivimos,
que
es
que
los
desastres
son
sistemas
de
prueba
de
catástrofes
a
gran
escala.
El
modo
que
puedes
ver
la
fortaleza
de
un
sistema,
un
gobierno,
una
sociedad,
sus
herramientas
contra
el
alcance
y
escala
de
esa
catástrofe
es
lanzar
un
desastre.
Así
que
el
tema
de
Luz
de
los
Jedi,
de
muchas
maneras
es
presentar
a
la
Alta
república
a
un
lector,
una
audiencia.
Enseñar
de
lo
que
es
capaz
cuando
está
en
su
cumbre
y
cuando
las
cosas
van
realmente
mal,
así
es
cómo
resuelve
los
problemas.»
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