Es posible que ‘El visitante‘ (The Outsider, 2019) no tenga suficiente material con la novela que adapta para nutrirse durante toda una temporada de 10 episodios. Tras un último cliffhanger en el que se adentraba en los orígenes del hombre de la capucha, entrando en la mitología del hombre del saco y el coco, el episodio 5 vuelve a su tono pausado, con los eventos esperando pacientemente hasta los minutos finales.

Si bien en casi todos los capítulos ha pasado un poco lo mismo, siempre ha mantenido cierta cualidad hipnótica que aquí se empieza a resquebrajar para convertirse en una rutina. Puede que el problema sea que pasaron bastantes cosas en el inicio, en donde incluyeron una tonelada de la trama del libro de Stephen King tanto que creó dudas razonables de cómo se extendería el resto de material en una temporada de 10 bloques. Pero hasta ahora, no se había dejado notar demasiado.

A PARTIR DE AQUÍ PUEDE HABER SPOILERS DE LA TRAMA

Outsider

El bebedor de lágrimas

Sin embargo, en ‘El bebedor de lágrimas‘ (Tear-Drinker) el problema se vuelve evidente. Sin ser un mal episodio, queda más expuesto el problema de ritmo se la serie. Parece como si entre ‘El Coco‘ y este se pudieran haber combinado en solo una hora, ya que, al fin y al cabo, El Coco y el Tear Drinker giran sobre el mismo ser. Hay escenas como la del peepshow que se repiten sin haber una razón de peso.

En el episodio, Holly Gibney regresa a Dayton y nos enteramos de un hombre que tiene la misma marca de quemaduras en la nuca que Jack Hoskins. Encontramos que ha sido un acto de suicidio por la culpa de lo que sea que haya hecho, lo que nos da alguna idea de la situación de Jack, quien tiene un par de momentos interesantes en el Episodio 5. En la fiesta de Tamika Collins, discuten y él le dice que retroceda, por su propio bien. Hay una escena bastante tensa y aterradora con el bebé.

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Otra escena de miedo tiene a Jeannie Anderson, que se despierta para tomar un vaso de agua en medio de la noche y se encuentra al extraño encapuchado en su casa. El visitante le dice exactamente lo que le dijo a la niña de Maitland: Ralph debe detener la investigación o él y Jeannie morirán. Esto se toma como una pesadilla, pero en el episodio empezamos a saber que los sueños podrían ser mensajes y por eso han tenido un peso importante en la serie.

Lo sobrenatural toma fuerza

Como el episodio ‘El coco‘, lo más interesante es el contexto en el que la investigación tiene lugar y la mitología asociada a ese personaje. Un ser que propaga oleadas de tragedia a medida que avanza por el mundo, como las ondas producidas en el agua cuando algo pasa por ella. El problema es que aunque la investigación no siga adelante, las familias en duelo siguen siendo apetecibles para el ser que necesita esa tristeza. El problema de ‘El visitante’ ahora es que deja ver demasiado su estructura repetitiva.

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Primero un cold opening con el futuro, antes de volver atrás y completar detalles. Aunque funciona, la serie lo está usando en exceso y está dando lugar a muchos momentos predecibles. Da la impresión de estar matando el tiempo y la parsimonia empieza a quitarle la intriga y la tensión. Vemos lo que está punto de suceder, pero no hay acción. Jack parece que va a hacer algo pero no lo hace. El tono contemplativo ha pasado de generar atmósfera a ir en su detrimento.

Gibney va deambulando por los cementerios y descubriendo algunos detalles reveladores y necesarios, pero ‘El visitante‘ los administra como miguitas de pan llevando al aburrimiento en su ejecución. Las revelaciones van serpenteando de forma demasiado lenta, aunque tenga sus momentos que invitan a pensar que comenzará a remontar conforme nos acercamos al tercer acto, porque las desviaciones del libro, parecen intentos de completar la historia hasta el clímax. Pero queda la sensación de que sería más emocionante si la temporada fuera de ocho episodios en lugar de diez.