Imagen de archivo: guerra en Yemen

Imagen de archivo: guerra en Yemen

El Gobierno y los rebeldes que libran la guerra de Yemen acordaron el intercambio de más de 1.000 prisioneros durante unas negociaciones auspiciadas por la ONU en Suiza, anunciaron fuentes de ambos sectores.

En el marco de un acuerdo de paz promovido por Naciones Unidas y cerrado en Suecia en 2018, el gobierno yemení, al que apoya una coalición militar liderada por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes -respaldados por Irán- habían acordado el intercambio de unos 15.000 detenidos en total.

Desde entonces, ambas partes intercambiaron esporádicamente prisioneros. De materializarse, la liberación de cientos de detenidos leales al Gobierno yemení y de insurgentes representaría el primer intercambio a gran escala desde que empezó la guerra, en 2014.

“Se llegó a un acuerdo sobre el intercambio de 1.081 prisioneros”, declaró a la agencia de noticias AFP un miembro de la delegación gubernamental, que pidió el anonimato.

El acuerdo se deberá poner en marcha en dos semanas y trata sobre la liberación de “681 rebeldes y de 400 miembros de las fuerzas gubernamentales (y aliadas), incluyendo a 16 sauditas y 4 sudaneses” explicó la misma fuente.

A la vez, una fuente hutí próxima a los diálogos confirmó a la cadena de televisión Al Masirah, controlada por los rebeldes, que esta serie de discusiones debería terminar mañana con el anuncio del acuerdo.

Las discusiones empezaron el 18 de septiembre y tuvieron lugar en un lugar secreto de Suiza, con el objetivo de lograr la liberación de 1.420 prisioneros.

Entre los prisioneros que tienen los hutíes se encuentra el hermano del presidente yemení, Abd Rabo Mansur Hadi, pero su liberación “fue aplazada”, según el miembro de la delegación gubernamental.

El Comité Internacional de la Cruz Roja supervisará el retorno de los prisioneros con sus familias.

Un alto mando de los rebeldes, Mohamed Ali al Huthi, tuiteó: “Lo que cuenta para nosotros es la puesta en marcha del acuerdo, no solo su firma”.

El conflicto en Yemen causó decenas de miles de muertos, civiles en su mayoría, y provocó la peor crisis humanitaria del mundo, según la ONU.