El partido con Boca encuentra a Talleres apurado. El entrenador Alexander Medina necesita más respuestas de las que tiene y el tiempo transcurre. Ya pasó el momento del reclamo de los refuerzos que el presidente Andrés Fassi le quedó debiendo a Alexander Medina. No es una situación inédita para el DT porque él ya sabía que esto podía suceder, tal como ocurriera en la Copa Maradona, en la que la salida de titulares y suplentes fue masiva y sólo llegó un puñado de refuerzos a los que les costó ganarse un lugar en el 11 titular.

Lo que sí sorprendió es que después de aquel tercer puesto en la Copa Maradona, el equipo haya experimentado un bajón solamente por la venta de Tomás Pochettino y el retiro de Mauricio Caranta.

Colectivamente, se notan diferencias entre el Talleres de la Copa Maradona y el actual. En juego, en creación, recuperación, salida, movimientos mecanizados como la subida de los laterales como si se tratara de delanteros. Ha recuperado parte de ese ADN ante Vélez, porque creó más situaciones de gol, pero no convirtió.

Además, siguió repitiendo errores (pelotas detenidas y zonas con problemas como detrás del “doble 5”), dormirse al inicio de los tiempos (le convirtió Sarmiento al minuto de juego y Vélez, a los 9 del ST) y los cambios le han sumado menos que el año pasado. Además, Talleres no supo dominarse ante jueces que practican la dualidad de criterios. Hasta el propio DT fue expulsado por protestas los fallos de Herrera.

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Individualmente, sólo Valoyes, Navarro más la dupla arqueros (Marcos Díaz y Guido Herrera) son quienes han conservado su gravitación. Salir con lo que hay es lo que mejor sabe hacer Medina. No va a cambiar su táctica, quizá evalúe variar de estrategia. Sin embargo, no va a resignar el perfil agresivo que tiene. Apostará a recuperarlo y el partido con Boca es una gran motivación para hacerlo.

Para atenuar un déficit creativo, habrá que ponerle velas a Joel Soñora o ir pensando en el pibe Gastón Torres o en Valentín Umeres. Para aumentar la efectividad duplicará los trabajos de definición, analizará muy bien cómo y quién puede hacer una salida prolija desde abajo, definirá si continúa con Retegui u ofrece una referencia como Cabral. Algo que permita pivotear y esperar la llegada de volantes y laterales o bien para poder ganar las pelotas divididas si es que viene el pelotazo desde el fondo.

Talleres no quiere estar ahí, más cerca del fondo que de arriba. Y se lo debe demostrar a sí mismo y a Boca.

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