La obtención del Mundial Sub 20 Qatar 1995 con José Pekerman como DT, que cumple hoy su 25º aniversario, representó el primer eslabón de un ciclo inolvidable para los seleccionados juveniles argentinos de fines del viejo siglo y principios del nuevo.

Un triunfo 2-0 sobre Brasil en la final celebrada en el Khalifa Stadium de la ciudad de Doha, ante casi 45 mil espectadores, le permitió al entonces flamante cuerpo técnico otorgar el primer paso sólido para refundar la estructura formativa de los combinados nacionales.

Ese viernes 28 de abril de 1995 (por cuestiones religiosas en los países musulmanes está prohibido jugar los días de fin de semana) el “primer equipo de José” sentó el mojón de lo que luego se repitió en Malasia 1997, Argentina 2001, Holanda 2005 y Canadá 2007.

Esa Argentina Sub 20 no llegó como favorita a un certamen que se resolvió en apenas dos semanas. El subcampeonato alcanzado en enero de ese año en La Paz, con una derrota 0-2 en la definición, situaba a Brasil, al menos, un escalón por delante.

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Y, a todas luces, la España que contaba con los incipientes Raúl (posterior astro del Real Madrid) e Iván de la Peña (ex Barcelona y símbolo del Espanyol) asomaba como la principal favorita a la obtención del cetro.

El conjunto “albiceleste” arrancó el grupo C con una victoria agónica sobre Holanda (hoy Países Bajos) por 1-0, con tanto del pibe Andrés Garrone, ex Rosario Central.

Al siguiente encuentro se registró la única caída en el certamen ante Portugal (0-1) y el partido ante Honduras suponía la obligación de ganar para avanzar de ronda. Un amplio 4-2, con tres goles del zaguero central Sebastián Pena, permitió acceder a cuartos de final.

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La siempre exigente resistencia que suele mostrar un adversario africano en este tipo de competencias de menores se corporizó en Camerún. Pero Argentina supo resolver rápidamente la ecuación y, con festejos de Francisco Guerrero y Walter Coyette, dio otro paso hacia la conquista.

En semifinales, el rival a vencer resultó España. Una aparición de Leonardo Biagini (el chico surgido en las divisiones inferiores de Newell’s) le dio el 1-0 parcial a los dirigidos por Pekerman. En la segunda parte sendos tantos convertidos por Coyette y Cristian Chaparro decoraron la rotunda victoria (3-0).

Los dos colosos de Sudamérica se enfrentaban, como había ocurrido tres meses antes, en una final. El equipo brasileño llegaba invicto, con apenas un gol en contra en cinco presentaciones y con un ajustado éxito 1-0 sobre Portugal, en la otra semi, en un cruce definido sobre la hora, cortesía de Caio (ex San Pablo), elegido como el ‘Balón de oro’ del torneo.

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En el marco de un desarrollo parejo, con dominio alternado, Biagini apareció en el área adversaria con un remate cruzado, tras hábil pared con Coyette, para marcar el 1-0 en el primer tiempo.

Y a poco del final, el delantero Guerrero (ex Independiente) definió por encima de la cabeza del arquero Fabio para poner la chapa final. Después de dieciséis años (la anterior fue esa recordada conquista de Japón ’79, con Diego Maradona como estandarte), la Argentina alcanzaba el segundo título mundial en la categoría.

El plantel estaba conformado por Joaquín Irigoytía, Gastón Pezzuti, Gustavo Lombardi, Sebastián Pena, Federico Domínguez, Juan Pablo Sorín (capitán), Guillermo Larrosa, Mariano Juan, Walter Coyette, Ariel Ibagaza, Leonardo Biagini, Francisco Guerrero, Diego Crosa, Julio Bayón, Cristian Chaparro, Germán Arangio, Andrés Garrone y Cristian Díaz.

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