La Unión Europea tachó de “decepcionantes” las conversaciones mantenidas con el Reino Unido sobre su relación tras el Brexit, mientras que Londres se quejó de las propuestas “nuevas y desequilibradas” llevadas por Bruselas a la mesa de negociaciones.

“Nuestras discusiones esta semana han podido aportar clarificaciones útiles sobre varios temas, como el comercio de bienes, el transporte y la participación del Reino Unido en los futuros programas de la UE”, declaró el negociador comunitario, Michel Barnier, durante una rueda de prensa.

La tanda de negociaciones que mantuvieron el bloque regional y el Reino Unido esta semana se produjo por videoconferencia debido a la pandemia del coronavirus.

Barnier agregó que se pudo poner en marcha un diálogo “constructivo” sobre la pesca, pese a que las posturas “siguen siendo extremadamente divergentes”.

En cualquier caso, recalcó que, con la excepción de esos “modestos” avances, “no ha sido posible progreso alguno sobre otros temas más difíciles”, y no dudó en calificar de “decepcionante” la ronda negociadora de esta semana.

Agregó que Londres “no se ha implicado en una auténtica discusión” sobre las condiciones para garantizar una competencia justa e igualitaria, informó la agencia de noticias EFE.

En las negociaciones se busca alcanzar un acuerdo para que el Reino Unido se alinee con ciertos estándares económicos, sociales y medioambientales de la UE, como los relacionados con los derechos de los trabajadores o los de ayudas de Estado.

Barnier dijo que sobre esos temas, fue una negociación “sin progreso alguno”, y subrayó que, sin un acuerdo sobre las condiciones para la competencia justa, los Veintisiete no cerrarán un pacto de libre comercio con el Reino Unido.

Londres, por su parte, también se quejó de las falta de avances en las conversaciones y culpó a la delegación europea por la falta de acuerdo, informó la agencia de noticias alemana DPA.

“El principal obstáculo es la insistencia de la UE de incluir una serie de nuevas y desequilibradas propuestas”, expresó el negociador británico, David Frost.

En su opinión, el plan de Bruselas “ata” al Reino Unido a los estándares comunitarios y determina los regímenes legales domésticos “de una forma que no tiene precedentes en los acuerdos de libre comercio y que no está prevista en la Declaración Política” de la UE.

Sobre las cuestiones relacionadas al acuerdo pesquero, Barnier criticó que “la UE sigue insistiendo en acuerdos de caladeros y acceso a las aguas de pesca británicas en un modo que es incompatible con nuestro futuro estatus como estado costero independiente”.

Según Frost, “tan pronto como la UE reconozca que no cerraremos un acuerdo sobre esa base, seremos capaces de avanzar”.

Por ello, defendió la necesidad de “un cambio en el enfoque de la UE para la próxima ronda que empieza el 1 de junio”.

En ese sentido, anticipó que Londres publicará “todos los borradores de textos legales” la próxima semana para que los estados miembros y observadores interesados puedan ver su enfoque en detalle.