Una de las ventajas de las viviendas unifamiliares es que en algunos casos permiten su ampliación a través de anexos. Esta casa de los años 50 en Hendon, Londres, ha sufrido una reforma en forma de ampliación que se ha destinado ha reubicar la “zona de adultos” de la casa y que incluye un nuevo dormitorio principal, una sala, un vestidor y un baño.
Los dueños de la casa encargaron el proyecto de esta ampliación al estudio londinense Amos Goldreich Architecture que decidió situar el anexo en la planta baja.
A pesar de que la nueva ampliación iba a ser principalmente destinada a los adultos, uno de los hijos de la pareja usa una silla de ruedas y era necesario que esta zona fuera totalmente accesible e inclusiva para el. Los clientes querían un diseño sin barreras arquitectónicas lo que obligó al estudio a diseñar con detalle la ubicación de muebles y puertas, para que la circulación y los pasos fuesen válidos con una silla de ruedas.
Para salvar el desnivel de los dos peldaños de altura que existe entre el suelo del anexo y de la planta principal, se abrió un acceso “secreto” colocando una rampa entre una puerta en el armario principal que conecta esta zona con el cuerpo principal de la casa, en la zona en la está situado el ascensor que comunica la planta baja y el primer piso.
Una de las claves que hace de la ampliación un sitio especial y que la de carácter es la doble altura del techo. El dormitorio aprovecha al máximo esta doble altura del techo que queda a la vista. La lámpara del techo y el lucernario ayudan a acentuar la altura del espacio al tiempo que aportan más luz. Una gama de colores muy neutra basada en los colores grises en distintas texturas e intensidad (el gris de las paredes es casi negro) además de unos materiales cuidadosamente seleccionados ayudan a lograr la sensación de lujo pretendida por el cliente.
El nuevo baño principal está conectado a la habitación a través de un vestidor. El mármol blanco es el protagonista del baño y se ha usado en el suelo, en las paredes así como el lavabo construido a medida en Italia.
Además de la ampliación se aprovechó la intervención de los arquitectos para reformar una zona infrautilizada de la casa que ahora es un práctico despacho.
Finalmente, se agregó otra extensión más pequeña en la parte trasera de la propiedad para crear un nuevo baño para la hija adolescente de la familia. Ese baño es también un espacio muy luminoso gracias a la gran ventana y a sus paredes blancas. La nota de color la pone el alicatado de gresite hexagonal azul turquesa en el suelo y las zonas húmedas de las paredes.
El resultado es una casa sin barreras, con nuevos espacios que desahogan la convivencia y en donde la elegancia de los tono oscuros de las habitaciones contrastan con la luminosidad de unos baños blancos y luminosos.
Proyecto de Amos Goldreich Architecture
Fotografía de Ollie Hammick
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