La vuelta a los entrenamientos no tiene fecha y los más de 80 días de trabajo en sus domicilios particulares sacuden a los jugadores, no solo de Belgrano, sino de todos los equipos que componen las distintas categorías del fútbol y de la Primera Nacional en especial.

Para el preparador físico del Pirata, José Micciulli, lo positivo de estos días es que “se autorizó en algunas zonas a salir a correr y eso puede permitir trabajar de otra forma a los futbolistas”. Pero la vuelta a la actividad plena no está muy clara y todo indica que recién se dará cuando en Buenos Aires se pueda hacer.

Desde AFA se “recomienda” esperar más allá de las determinaciones gubernamentales y en el club de Alberdi la decisión está tomada: se aguardará por el “permiso” antes de la vuelta a los entrenamientos en el predio Armando Pérez.

Una pretemporada de no menos de 20 días y otro tanto de adaptación futbolística es lo que necesitarán los jugadores antes de regresar a la actividad porque, de lo contrario, el riesgo de lesiones se ve incrementado de forma considerable.

Publicidad

El trabajo en espacios abiertos, con esto de la apertura para poder correr en algunos lugares del país, repercute no sólo en lo físico, sino también en lo mental para los deportistas de alto rendimiento.

“Los chicos se han cuidado muchísimo en estos días. Tomaron los trabajos a conciencia y están llevando adelante de la mejor manera toda esta incertidumbre de no saber cuándo se va volver a competir”, prosiguió el profesor Micciulli, quien celebra que se pueda trabajar en espacios abiertos más allá que no se pueda hacer en forma grupal.

Todo lo que se había previsto cuando el 20 de marzo se dictó la cuarentena sobre los trabajos en los domicilios y la espera de una pronta vuelta a la actividad, quedó de lado al extenderse el tiempo de aislamiento a estos casi tres meses. Por esta razón, el plantel de la “B” cuando vuelva a reunirse en Villa Esquiú, deberá iniciar una pretemporada como si fuese una vuelta de vacaciones, es decir arrancar de cero.

La tranquilidad es clave para lo que viene. Porque la ansiedad por la falta de actividad física habitual y los deseos de volver a trabajar con el balón cuanto antes pueden ser contraproducentes y generar un cóctel que derive en dolencias y lesiones no deseadas en la vuelta.

Los jugadores del Pirata siguen con trabajos individuales, cada uno de ellos en sus domicilios. La paulatina flexibilización permite que algunos puedan salir a correr y de a poco todos sueñan con la vuelta a la normalidad, aunque desde AFA no hagan ni una mueca que genere optimismo.

Publicidad

Finalmente, el PF de la “B” sostuvo que “cuando se permita el regreso a los trabajos, tendremos que hacer todas las evaluaciones médicas y recién allí sabremos con certeza en qué condiciones volvieron todos. Allí se planificará el trabajo y si es necesario se deberán elaborar planes individuales, para minimizar los riesgos de lesión”.

NEWSLETTER DE BELGRANO

La mejor información sobre el Pirata en tu correo.

¡Gracias por suscribirte!

Ha ocurrido un error, por favor intente nuevamente más tarde.

Publicidad