No todos los días se dispone de la chance de hablar de fútbol con Osvaldo César Ardiles y menos en la previa a un nuevo aniversario del título de 1978, aquel que se logró ante Holanda, por esos años la mejor expresión de juego posible por esos años.

La charla con “el Pitón”, en Alta Córdoba, en Juniors o desde Londres, siempre supone un viaje a la intimidad de un equipo que hizo historia por el espectáculo que desplegó aquel equipo César Luis Menotti que llegó a ser campeón del mundo.

No existen restricciones en el diálogo, sino la gratitud y el orgullo por haber sido parte de un equipo que convirtió a la Argentina en una potencia real y federal. Porque muchos jugadores, surgieron desde la selección del interior, algo que solamente pudo hacer aquel DT. Como el propio volante que asombraba en Instituto.

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“El Pitón” vive la cuarentena en Inglaterra, el país que lo adoptó y donde se convirtió en gloria del Tottenham Hotspur, del que hoy es embajador en el mundo. “Se puede salir. Hay que respetar el distanciamiento y usar barbijo cuando uno sale”, dijo el cordobés. 

–¿Pudo ver al Tottenham?

–Por TV. Es la única manera. El otro día esperaba más del Manchester United y de nosotros, también. Pero no hay que pedir tanto, ahora.

–¿Le va a costar al equipo no tener más a Mauricio Pochettino o hay que dar vuelta la página?

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Pochettino fue un entrenador excepcional. Realmente, lo que hizo fue increíble. La campaña que tuvo fue excepcional. Ahora está José Mourinho y para el DT que venga después de Mauricio, le va a ser muy difícil. Mourinho ha heredado el equipo armado. Veremos cuando termine el torneo, que va a ir rapidísimo. Ahí podrá tener su equipo y veremos cómo lo forma.

Selección y orgullo
–El jueves se cumple un nuevo aniversario del título mundial en 1978. ¿Cómo vive la previa?

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–Me siento muy orgulloso de haber integrado ese plantel y de haber conseguido algo tan importante y especial. A los lugares a los que voy siempre me saludan así como un excampeón del mundo. Y eso que he ganado cosas con el Tottenham. Son muy poquitas las personas que tienen ese privilegio en el mundo.

–¿Por qué ex?

–Ja, campeones. Le saquemos el ex. Queda más lindo.

–Mire si la tecnología hubiera acompañado en tiempo real…

–Sí. Nos tocó una época en la que la selección podía ser vista en la cancha o por quienes tenían TV. El país era de millones, pero la gente se dejaba llevar por lo que decían tres o cuatro personas. En el ‘66 y en el ‘70 se decía que éramos los campeones morales, pero estábamos lejísimos de eso. En el ‘74, Holanda nos dio una lección de fútbol. En cuatro años, pudimos derrotarlos en la final. Eso habla de lo que hizo César Menotti, el DT de esa selección. Cambió totalmente la mentalidad y la forma de jugar. Nuestro fútbol era horrible y cínico. El fue respetuoso de lo que siempre fue el fútbol argentino y le agregó ritmo, dinámica y velocidad. Por eso se logró un título. Menotti marcó un antes y un después en la selección y en el fútbol argentino. A partir de ahí siempre fuimos referencia en todas las competencias y ganamos el respeto de todos. Se cotizaron los jugadores, el equipo y la gente se hizo hincha de la selección y de su fútbol. A Menotti se lo debemos.

–Lo mejor del país en cancha…

–Tal cual, se fue al interior, sacó lo mejor, hizo visible la selección para las provincias y fue campeón mundial con mayoría de ese combinado. En esa época fue dificilísimo. Hoy no te hace falta ir a ningún lado. Ahí, tenía que ir a ver. Los jugadores de Talleres que fueron, más Kempes y yo. A Córdoba venía muy seguido. Había que cambiar. Se dio cuenta que haríamos otro papelón en 1978 si seguíamos como hasta entonces, con las figuras del momento. Se hizo un equipo competitivo, en todo sentido. Cuando fui a Inglaterra no sentí diferencia de ningún tipo. Nos preparó seriamente.

–Con cada año que pasa sin ganarse un título de mayores, aquel logro se hace una leyenda cada vez más grande…

–Es difícil ganar una Copa del Mundo. Nos hemos dado cuenta. Siempre se necesita un poco más y no es tan fácil tenerlo. Cada vez me siento más orgulloso de mis compañeros.

–¿Cómo ve a la selección?

–La renovación era necesaria. No estoy tan seguro de que Lionel Scaloni sea el DT adecuado para la selección. No estoy ni a favor ni en contra. Está empezando y lo hizo en lo más arriba de todo. La selección no es la de antes. No es la que va a jugar un Mundial y lo va a ganar o va a quedar muy cerca de hacerlo. Hoy es un equipo nuevo. Scaloni está tratando de conseguir 10 jugadores que acompañen a Messi porque es el mejor de todos. No estoy seguro si es la mejor forma, pero es el camino que se está siguiendo.

Instituto

–¿Cree que le pondrán estadio Ardiles al Monumental como piden los socios?

–A Instituto lo llevo muy cerca de mi corazón. Es donde empecé. Lo sigo permanentemente. Si se hace estaría contento y feliz. Pero es la gente la que tiene que decidir.

Osvaldo Ardiles firmó su mural en la cancha de Instituto | Mundo D

–¿No va dirigir más?

–Hace mucho que no lo hago. Pero uno nunca sabe. Nunca digo que no. Veremos.

–¿Se vio reflejado en algún jugador?

–Xavi Hernández fue alguien parecido a mí. Creaba y hacía goles, pero guardaba equilibrio defensivo. Quizá Pep Guardiola.

“Xavi era inteligente, pero entraba a dominar el juego. Yo buscaba eso para que al equipo le fuera bien. Podíamos defender o crear. Tenía que estar en todas partes. Tenía que ayudar a Gallego en el medio de aquella selección, pero también si las cosas no le salían a Valencia o a Alonso. Cuando las cosas no les salían, la responsabilidad era mía. Manteníamos bien a Mario Kempes y a Luque. Le dábamos todo de nuestra parte. Era la confianza que necesitaba hasta el momento de poder llegar al gol. Y vinieron”, dijo Ardiles.

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