La muerte de Osvaldo Wehbe es una de esas que conmueven, que conmocionan, que emocionan, por el simple hecho que se va una persona de aquellas que dejan huella, que trascienden fronteras y oficios. Hay que ver la cantidad impresionante de muestras de dolor y de cariño, de amigos, colegas, clubes, exjugadores y deportistas, dirigentes, políticos, funcionarios, medios y, sobre todo, admiradores y admiradoras, para tomar dimensión de lo que generaba uno de los mejores relatores de la historia del país.
Al “Turco” lo llora su Río Cuarto natal, al que no lo cambiaba por nada, y también toda la provincia de Córdoba, que despide a uno de sus ciudadanos ilustres. Pero, además, al país futbolístico le rueda un lagrimón, porque pocos como él podían narrar historias. Era el fútbol mismo. Simple, respetuoso, con Wehbe se va un protagonista de la cultura. Desde La Voz y Mundo D nos sumamos al sentido adiós.
El texto original de este artículo fue publicado el 15/08/2020 en nuestra edición impresa.
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