En Irlanda, anunciaron las nuevas restricciones que afectan a la ciudad de Dublín
Irlanda retrasará la reapertura de los pubs de Dublín e impondrá nuevas restricciones a las reuniones, ante un aumento de casos de coronavirus,que afectó también a todos los miembros del gabinete, quienes estuvieron varias horas confinados preventivamente debido a un posible caso entre ellos, hasta que el examen dio negativo.
El primer ministro, Michael Martin, junto al viceprimer ministro, Leo Varadkar, y al ministro de Salud, Stephen Donnelly; aparecieron hoy en una conferencia de prensa en la que anunciaron las nuevas restricciones, que afectan a la ciudad de Dublín.
Horas más tarde, Donnelly se sintió mal y pidió realizarse un test de Covid-19, por lo que Martin informó en la cadena pública de televisión RTE, que les pidió “a todos los ministros restringir sus movimientos a la espera del resultado de este test”, según informó la agenicia de noticias AFP.
Martin añadió que esta decisión fue tomada con “mucha precaución”, ya que Donnelly se reunió con todos los miembros del gabinete anoche para explicar las nuevas medidas gubernamentales para luchar contra el resurgimiento de la epidemia.
Sin embargo, Varadkar anunció esta noche que el examen de coronavirus a Donnelly había dado negativo, por lo que “todos los ministros y todos los diputados retomarán con normalidad su trabajo mañana”.
El Gobierno irlandés advirtió hoy que la circulación del virus creció un 1.000% en dos meses.
El confinamiento de los ministros provocó la suspensión de la cámara baja del Parlamento irlandés. Su presidente, Sean O Fearghai, explicó a los diputados que “no [era] posible continuar trabajando” en esas condiciones.
Tras la cuarentena decretada en marzo, Irlanda, que acumula 31.192 casos de coronavirus y 1.784 muertes, según datos oficiales, sólo había permitido reabrir a finales de junio a los pubs que sirven comidas.
Inicialmente anunciada para el 10 de agosto, la reapertura del resto de los locales se había pospuesto hasta el 21 de septiembre, fecha que se mantendrá para el resto del país, pero la capital quedará excluida, anunció Varadkar en la conferencia de prensa.
Las reuniones se limitarán a los residentes en dos hogares, tanto en el interior como en el exterior, en grupos de no más de seis. Y se alienta además a los residentes de Dublín a limitar sus viajes fuera de la capital.
“La situación en nuestra capital es preocupante y se ha deteriorado en las últimas semanas”, afirmó Varadkar.
Según explicó, el nivel de circulación del virus aumentó un 1000% en dos meses y la tasa de resultados positivos de las pruebas es del 3,5%, frente a 2% en el resto del país.
El Gobierno también anunció que va a destinar 600 millones de euros (712 millones de dólares) para preparar el sistema de salud para el invierno, un período difícil con el regreso de otras epidemias como la gripe.
A mediados de julio, Irlanda ya había puesto en pausa su proceso de relanzamiento de actividades y debió extender otras tres semanas las restricciones a fin de evitar una segunda ola de contagios.
El cambio de fase, de la 3 a la 4, estaba previsto para el 15 de julio, pero se congeló entonces hasta el 10 de agosto.
El descontrol de la pandemia obligó una vez más a desandar el plan original, a la espera de un aplanamiento de la curva de contagios.