Donald Trump.

Donald Trump.

El reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a cambio del pleno establecimiento de relaciones diplomáticas de Rabat con Israel, anunciado el jueves por el presidente Donald Trump, continuó generando reacciones en la comunidad internacional.

A solo seis semanas de abandonar el poder, Trump dio un espaldarazo a Marruecos al reconocer su soberanía en el Sáhara Occidental, una decisión que rompe la postura de Estados Unidos en el asunto por el que se alineaba con las orientaciones de la ONU.

Rusia consideró que el reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental constituye “una violación” y “una decisión unilateral que excede los límites del Derecho Internacional y la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU votada por los propios estadounidenses”, señaló el viceministro de Relaciones Exteriores, Mijail Bogdanov, en declaraciones a la prensa.

Aunque el diplomático saludó la normalización de las relaciones de los países árabes e Israel, después de que Marruecos siguiera los pasos de Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán, sostuvo que “no se deben sacrificar los intereses del pueblo palestino” y pidió no olvidar que el problema de Palestina sigue sin resolverse.

El embajador norteamericano en Marruecos, David Fischer, dijo que la semana próxima se realizarán “una serie de anuncios” orientados a “consolidar” la asociación “estratégica” entre ambos países, informó Europa Press.

Fischer detalló que los anuncios en cuestión se centrarán en la materia de desarrollo económico y comercio, “a la vez que reforzarán el papel de Marruecos como líder económico en la región, informó la agencia oficial de noticias marroquí, MAP.

Y recordó que Estados Unidos tiene la intención de abrir un consulado en Dajla, la capital de la región de Dajla-Río de Oro, ubicada en el territorio en disputa del Sáhara Occidental, para “alentar” inversiones y proyectos que proporcionen “beneficios tangibles”.

.Marruecos se convirtió en el cuarto país árabe que pacta normalizar sus relaciones con el Estado judío, en los conocidos como Acuerdos de Abraham.

Trump reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a poco de entregar el poder el próximo 20 de enero y sin que haber admitido aún su derrota en las presidenciales del mes pasado.

Con esta decisión, Estados Unidos elimina oficialmente la opción de un referéndum de autodeterminación, tal como se recoge en los acuerdos de alto el fuego firmados en 1991 ante la ONU por Marruecos y el Frente Polisario, el movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental, que trabaja para acabar con la ocupación de Marruecos y conseguir la autodeterminación del pueblo saharaui.

Marruecos llevaba décadas persiguiendo este reconocimiento de Whasington: desde que España abandonó su colonia en 1975, ninguno de los cuatro presidentes republicanos y tres demócratas que tuvo Estados Unidos desde 1976 hasta la llegada de Trump en 2016 había asumido la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental.

Mediante este acuerdo, Marruecos se compromete así a reanudar las relaciones diplomáticas con Israel “lo antes posible” y a autorizar los vuelos directos para el transporte de los miembros de la comunidad judía marroquí y de los turistas israelíes desde y hacia Marruecos.

También promoverá “relaciones innovadoras en los ámbitos económico y tecnológico” con Israel. No obstante, Mohamed VI indicó que las medidas de acercamiento a Israel no afectarán “al compromiso permanente y sostenido de Marruecos en favor de la causa palestina”.