Había que hacerlo. El mundo no podía estar sin una nueva entrega de premios sin público, telemática y con la cosecha más débil de los últimos años. No hemos tenido un gran año de cine, ni de nada, pero que no pare la maquinaria. Los Globos de Oro han decidido que el espectáculo debía continuar y nos hemos comido una incómoda noche de gente hablando por zoom. Al menos hemos visto la colección de pipas de Daniel Kaluuya y la camisa de Carey Mulligan.
La noche de los premios
A eso de las dos de la madrugada, hora española, Amy Poehler y Tina Fey, cada una en una parte del país, hicieron su parte con un monólogo divertido al servicio del Star System y de las películas y series de este año. Qué menos, ¿no? Las dos comediantes supieron superar el reto con soltura, aunque por momentos era imposible no pensar en el esfuerzo necesitado.
Laura Dern fue la primera en subir al escenario para presentar el premio para Daniel Kaluuya, mejor actor de reparto por ‘Judas and the Black Messiah’. Es decir: la primera sorpresa de la noche y un adelantamiento espectacular a todos sus rivales de cara a los Óscar. No tardó mucho en llegar la segunda y John Boyega se llevó el suyo por ‘Small Axe’.
Catherine O’Hara, como estaba previsto, se llevó su primer Globo de Oro por ‘Schitt’s Creek’, no hubo sorpresa en su categoría de actriz para serie de comedia o musical. Tampoco hubo sorpresa cuando ‘Soul‘ se llevó su premio a mejor película de animación. Mark Ruffalo, un tío que nos cae mejor que nadie en la vida, se llevó ese merecido premio por su doble desafío en ‘La innegable verdad’.
Aaron Sorkin, rodeado de mujeres de su equipo y familia, celebró su victoria por el guión de ‘El juicio de los 7 de Chicago‘ agradeciendo a Netflix el esfuerzo por sacar adelante su película. Para tomar un respiro, nada mejor que la intervención de Maya Rudolph y Kenan Thompson.
A los 98 años, Norman Lear fue premiado con un Globo de Oro honorífico por su aportación a las comedias televisivas. Creador de ‘Todo en familia’ o ‘Maude’ y pieza clave de ‘Los Jefferson’, recibió un merecido y entrañable homenaje con el Carol Burnett Award. Todos nos hicimos muy fan de Sudeikis en sudadeira.
Emma Corrin siguió cosechando premios interpretativos para ‘The Crown’ y Diane Warren, Laura Pausini, Niccolò Agliardi se llevaron el de canción por ‘La vida por delante’. Especial ilusión personal me hizo el de premio a Trent Reznor, Atticus Ross y Jon Batiste por la música de ‘Soul’. Muy bien Reznor indicando que es la primera obra en que participa que puede enseñar a sus hijos.
Así llegamos al mejor momento de la noche: Jason Sudeikis se llevó el premio al mejor actor de comedia, pero el de mejor serie se lo quedó ‘Schitt’s Creek’. Ya llegará tu turno, Ted. Otra de las sorpresas de la noche fue el premio para Rosamund Pike por ‘I Care a Lot’, que le birló el premio en la cara a Maria Bakalova, la favorita de medio mundo.
El premio a mejor actor dramático en televisión cayó en manos de Josh O’Connor, cero sorpresas y el premio no sé cuántos ya para el elenco de ‘The Crown’. Nos habría gustado ver a Matthew Rhys dando las gracias por el premio, pero ‘Perry Mason’ tiene un brillante porvenir.
‘Minari. Historia de mi familia’ fue la mejor película extranjera. Escrita y dirigida por Lee Isaac Chung, producida por Plan B Entertainment y distribuida por A24, la película nació ganadora. La mejor serie dramática no tenía mucho secreto. ‘The Crown’ llegaba al momento clave de su existencia y no ha pillado a nadie por sorpresa. La serie de Netflix lleva cinco años reinando a sus anchas en la televisión.
A las cuatro de la madrugada (hora española) llegaba el momento de ver a Jane Fonda sobre el escenario. La ganadora de dos premios Óscar y tres Globos de Oro, a sus 83 años, es una mujer impresionante. La homenajeada con el premio Cecil B. De Mille se mostró como siempre, reivindicativa y elegante. Estuvo bárabara. Estuvo ‘Barbarella‘. La mejor actriz de reparto en largometraje fue a parar a manos de Jodie Foster por ‘The Mauritanian’. Dos Óscar y cuatro Globos de Oro ( De Mille incluido) para la actriz y directora. Gillian Anderson sumó el premio dos millones para ‘The Crown’.
Como indicaban todas las quinielas, Anya Taylor-Joy venció por su papel en ‘Gambito de dama’, uno de los acontecimientos de la temporada. El premio a mejor serie limitada también se lo llevó la historia ajedrecística de Netflix. Entre ella y ‘The Crown’ calmaron la derrota de ‘Mank’. Estaba claro: Chadwick Boseman se llevó el premio por su interpretación en ‘La madre del blues’. El discurso de su viuda fue el momento más duro de la noche.
Ya lo decíamos el otro día: Chloé Zhao lo está rompiendo este año. Su premio a la mejor dirección por ‘Nomadland’ se veía venir desde lo lejos. La cineasta derrotó a pesos pesados y se confirma como una de las grandes del momento. Kristen Wiig y Annie Mumolo, Barb y Star, entregaron el premio a la mejor comedia. La ganadora fue la demoledora ‘Borat, película film secuela‘. Nuestra querida ‘Palm Springs‘ lo tenía complicado. Otra vez será, The Lonely Island.
El tramo final de la noche confirmó la secuela de la película de Cohen, que se llevó el premio a mejor actor de comedia o musical. Siempre hay que aplaudir el reconocimiento a una interpretación y una película con estas intenciones. Andra Day dio la otra gran sorpresa de la noche al llevarse el premio por su papel en ‘Los Estados Unidos contra Billie Holiday‘. Cerramos la noche con el último premio de la noche: ‘Nomadland‘ confirma que este será el año Zhao.