Nicolás Juárez hace dos años jugaba en las liga local de Santiago del Estero. Hoy está en Güemes, en Primera Nacional. Y sueña con volver a la “T”…

Pequeño viaje al pasado cercano.

Es una mañana de sol en Fernández, un pueblo del interior de Santiago del Estero, a 50 kilómetros de la capital.

Y Nicolás Juárez piensa, en el medio de una pausa en su tarea como maquinista en el campo, en los trenes que se pasaron. Que ya tiene 22 años y que habrá que seguir laburando para vivir el “día a día”. Para que nada le falte a su hijo Tiziano. En fin, que el fútbol ya fue.

Al menos, el fútbol profesional, ese donde siempre soñó estar.

Es que la realidad es otra. Juega en la liga local de Santiago, en Independiente de Fernández, donde no se cobra. Y donde se entrena “cuando se puede”.

Punto. Volvamos al presente.

Dos años después, en este 2021, el mismo “Nico” Juárez puede estar orgulloso del camino recorrido.

Y de haberse subido a otro tren que le pasó al frente de sus ojos, para trepar al fútbol profesional.

Juárez, a sus 24 años, es una de las figuras del Club Atlético Güemes de Santiago del Estero.

Y un futbolista que recorrió con esta institución todo este camino: desde el Regional Amateur a la Primera Nacional.

Aunque lo suyo es aún más impactante: de la liga local de Santiago a la principal categoría de ascenso de Argentina.

Recién este año pudo sentirse profesional de verdad. El club le dio un departamento y dejó su trabajo en el campo. Por eso lo ven correr así en la cancha, dejando “la piel”. Porque sabe bien lo que costó llegar hasta acá.

Güemes arrancó con todo en la Primera Nacional y “Nico” Juárez fue titular en dos partidos. (Gentileza Diario Panorama)

Desde Santiago a Talleres

“Nico” es el hermano mayor de Fernando Juárez, “el Ajito”, actual jugador de Talleres cedido a préstamo en Agropecuario, también en Primera Nacional.

“En Talleres estuve casi cuatro años. Yo soy mayor que ‘Ajito’. Fuimos a una prueba que hicieron aquí en Santiago y nos seleccionaron para otra prueba en Córdoba. Fui yo primero y quedé. Como mi hermano estaba en Newell’s, mi familia quería que estemos los dos juntos. Él deja Newell’s y se va a Talleres. Pero era un Talleres que estaba en el Argentino A, no es el Talleres de ahora. Estuvimos en una pensión en las afueras de La Boutique. Era una pensión nada que ver a como está ahora. El club ahora está hermoso, ha crecido muchísimo. Pero me quedaron los mejores recuerdos. Conozco todo de Talleres y lo sigo siempre”, cuenta “Nico”.

“Nico” Juárez en la época de inferiores en Talleres, club al que le tiene gran cariño. (Gentileza Nicolás Juárez).
Los Juárez, “Nico” y “Ajito”, junto a Luis Galván, toda una leyenda de Talleres. (Gentileza Nicolás Juárez).

“Nosotros somos del interior de Santiago, de un pueblo llamado Fernández. La realidad es que me cambió la vida en menos de dos años y me estoy adaptando a todo esto que estoy viviendo”, relata Juárez, que ahora explicará el periplo que lo trajo hasta aquí.

“Yo me fui con 13 años para Córdoba a jugar en Talleres. Y me volví, no porque quedé libre o porque andaba mal, sino porque tuve un nene y tuve que volver a hacerme cargo. Yo no tenía contrato y necesitaba un trabajo para que no le falte nada. En ese tiempo jugaba aquí en mi pueblo, en la liga local de Santiago, en el club Independiente de Fernández. Jugaba y trabajaba, porque aquí no se puede vivir del fútbol. En el campo, hacía de maquinista y varias cosas, lo que hiciera falta. Todo lo que se hace en el campo. Y si había que arreglar alguna casa, poner unas membranas, no tenía drama. También lo hacía. Ésa era mi vida”, se sincera “Nico”, un volante central aguerrido pero con buen pie.

Hoy es el “5” de Güemes que este domingo visitará a Instituto, a las 15.30, por la cuarta fecha de la Zona B de la Primera Nacional.

¿Cómo se dio ese paso de la liga local a Güemes?

Una persona clave en su vida aparece y es Pablo Martel, actual DT del “Gaucho”.

Martel fue contratado en 2018 en Independiente de Fernández, donde coincidieron.

“Tuve la suerte de conocer a Pablo Martel, que vino a dirigir el último Torneo del Interior aquí en Fernández. Yo le dije còmo era mi situación, que trabajaba, que no podía entrenar todos los días. Y me aceptó. Tuvimos la suerte de salir campeones y ascender al Regional Amateur, que él agarra Güemes y me lleva, para salir del pueblo y jugar en la capital. Era una buena oportunidad para mí y le dije que sí. Yo todavía trabajaba y viajaba todos los días, a entrenar y jugar. En el Regional me fue muy bien, ascendimos y me tuvieron en cuenta para el Federal A. También seguí trabajando, siempre, porque no alcanzaba”, recuerda Juárez.

Güemes subió en dos años dos categorías y “Nico” se transformó en un jugador importante, a sus 24 años.

Por eso continúa en el plantel y hasta aquí fue titular en dos partidos de los tres disputados (con tres triunfos).

“En lo personal es todo nuevo, una categoría que jamás he jugado. Arrancar de esta manera es muy lindo, también para el club que recién asciende y es la primera vez que está en Primera Nacional. Esto quiere decir que estamos haciendo las cosas bien. La idea es adaptarnos rápido a la categoría. No miramos más allá, sino partido tras partido. Pablo, el técnico, tiene esa idea: que en todo momento seamos los que propongamos. Eso nos viene dando resultados”, señala.

“Siempre puse lo mejor de mí, siempre seguí para adelante y aprovechando las oportunidades. Me fue bien y hoy me encuentro en una Primera Nacional. Es una locura. Si me decías hace dos años, no te lo creía. Disfruto el día a día, los entrenamientos, los viajes y todo lo que vivimos. A mí me caracteriza el ser tranquilo, más que quite tengo juego. Sigo aprendiendo y voy por el buen camino, siempre escuchando lo que me dicen mis compañeros”.

Nicolás Juárez es un volante central, “con más juego que quite”, como se define. (Gentileza Contexto Santiago del Estero)

Tiziano, el motor

Su hijo “Tizi” hoy tiene seis años. Y fue la persona que llegó al mundo para cambiarle la vida.

“Mi hijo ya tiene seis años. Hoy me acompaña, me ayuda, me da una fuerza extra para seguir. Lo llevo a todos lados. Ahora no se los pude llevar a la cancha, pero está conmigo siempre, con una fotito o un video. Tengo su apoyo y vengo a verlo siempre. Yo estoy separado de la mamá de él. Pero es un gran hijo. Quiero darle lo mejor y lo mejor. Por eso me esfuerzo tanto”, se emociona.

La emoción de “Nico” Juárez en el vestuario, tras el último ascenso. (Captura web)

“Ahora que estoy más grande, pienso todo de otra forma. Nunca me arrepentí. En ese momento de Talleres estuvo bien dejar de jugar y hacerme cargo. No tenía un sueldo y vi como una obligación darle lo mejor a mi hijo. Tuve que dejar lo que podría haber sido una carrera de jugador. Me estaba yendo bien en Talleres, pero son cosas que hay que afrontar. Ni yo me esperaba esta nueva oportunidad. Yo pensaba que ya estaba el fútbol. Yo ya me había dedicado a otras cosas para el futuro, para vivir el día a día. Ahora que tengo la oportunidad, trato de aprovechar. Por eso no me guardo nada en cada partido. Trato de hacer las cosas bien. Ahora que me he dedicado a lleno de fútbol, que puedo vivir del fútbol, me he puesto el objetivo para ver hasta dónde puedo llegar. Hoy estoy en Primera Nacional y trato de hacer lo mejor posible para escalar un pasito más. Me gustaría llegar a Primera, es el sueño de todo jugador, más de uno que viene de las ligas, ¿no?”, avisa “Nico”.

-¿Qué significa en tu vida tu hermano, ‘el Ajito’?

-Mi hermano es mi ídolo, es un ejemplo para mí, siendo más chico. Aprendo mucho de él, lo veo mucho, lo analizo, porque jugamos los dos en la misma posición. Vemos el partido de cada uno y nos recalcamos lo malo que hacemos (risas). Mi papá Mario es muy futbolero, también nos critica, es muy exigente. Lo extraño es que nadie jugó al fútbol en mi familia y salimos nosotros dos. Mi mamá de chiquitos nos llevó a una escuelita de fútbol, de ‘Palín’ González, para que hiciéramos una actividad. En aquel momento era folclore o fútbol. Elegimos fútbol, teníamos cinco y tres años. Después, a mis papás les empezaron a decir que nos veían condiciones… De ahí pasamos a las inferiores de Independiente de Fernández y luego Talleres. Y así arrancó toda esta historia…

-¿Soñas con volver a ponerte la camiseta de Talleres, en Primera?

-Ojalá se diera ponerme otra vez la camiseta de Talleres. Hay que soñar, siempre está el sueño de volver. En Talleres he pasado mucho, he pasado las peores y me he criado ahí. Es un club que le tengo mucho aprecio. Uno siempre sueña, veremos el día de mañana si se da. Las segundas oportunidades siempre llegan y hay que estar preparado. Yo aproveché el momento y quiero seguir por este camino. Quiero ir por más.

Así juega “Nico” Juárez

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