Situado en al Norte del lago Garna, en Italia; un antiguo monasterio del siglo XVII vuelve a la vida transformado en un hotel único, conservando el encanto de la arquitectura original y su atmósfera de paz y meditación.
El complejo del monasterio di Maria Addolorata está rodeado por un alto muro y alberga además del antiguo monasterio una iglesia y el claustro, en donde siguen viviendo una comunidad de monjas.
La única edificación nueva que albergan el muro es el destinado al spa para el que se ha construido un edificio en el jardín, junto a la piscina, inspirada en las construcciones rurales típicas que rodean el lago.
La transformación del complejo en un hotel ha sido obra del estudio de arquitectura noa * y su objetivo principal era que el hotel mantuviera la majestuosidad y la dimensión espiritual del centro. Algo que han conseguido restaurando y manteniendo la distribución y los elementos del monasterio haciendo destacar los elementos más distintivos y singulares del edificio que son ahora las principales elementos de identidad de este hotel único y con encanto.
La transformación de monasterio a hotel se llevó a cabo en dos fases. Por un lado, tuvo lugar la renovación y conversión del monasterio y sus interiores en un hotel, logrado mediante la creación de espacios comunes (recepción, lobby, sala de desayunos, área de bar y cocina) en el planta baja con las habitaciones distribuidas entre la planta primera y la segunda.
Por otro lado, el se desarrolló de una nueva área Wellness dentro del exuberante jardín: 500 metros cuadrados de salas de relajación, salas de tratamiento, saunas y baños de vapor…
De monasterio a hotel
Con sus cuarenta habitaciones (incluidas dos suites), el Monastero Arx Vivendi – el nuevo nombre del nuevo hotel – ofrece hospitalidad en plena armonía con la arquitectura y el paisaje que también ha jugado un papel importante en el diseño del hotel.
En cuanto a la arquitectura se ha mantenido la estructura y los volúmenes interiores a través de los majestuosos recorridos de los pasillos, prestando especial atención a los materiales y colores originales que que han servido de guía para la decoración interior. En la zona nueva de wellness el paisaje y la agricultura jugaron un papel importante, y se ha buscado la máxima comunicación con el exterior a través de las construcciones de vidrio ligero que albergan el área de wellness y que te conecta con el paisaje.
Espacios antiguos, nuevas funciones
El edificio del monasterio se distribuye en tres niveles y cada uno de ellos esta estructurado de una manera muy diferente.
“Los espacios concéntricos del piso inferior contrastan con el majestuoso pasillo de la primera planta y con el techo de vigas de madera en el desván. Prestamos mucha atención a esta variedad de entornos, desarrollando soluciones que no alterar los diversos diseños, pero que reforzó su encanto y originalidad” señalaba Padovan, arquitecto principal de la reforma.
El desarrollo de los espacios comunes en la planta baja enfatizó estas diferentes plantas del monasterio. Ahora, situado a lo largo del eje central está la recepción, el comedor de desayuno y una sala de lectura / salón, todo adornado con hermosos techos de bóveda de crucería y rodeado por un largo pasillo. El bar y la cocina también se encuentran en la planta baja. En este nivel también se creó una suite con jardín privado.
El escenario cambia en la primera planta, la antigua planta principal donde el majestuoso corredor central está bordeado por vigas de techo que se extienden hasta una impresionante longitud de casi cincuenta metros. Las antiguas celdas monásticas, alineadas a los lados, se unieron de dos en dos para crear el largo de las habitaciones (de 22 a 30 metros cuadrados). De esta manera, cada habitación una “celda” constituye el dormitorio, mientras que el otro alberga el baño. Se han restaurado las puertas antiguas de madera clara a cada lado del pasillo, para mantener el llamativo efecto de las numerosas entradas salpicando el largo pasillo.
Este piso también ofrece una suite en forma de “W” como desarrollado a partir de la parte del edificio que originalmente albergaba los lavabos y baños.
El segundo piso no es menos llamativo. Una gran zona de loft que albergan dos hileras de habitaciones que se abren a un largo pasillo central. El restaurado las cerchas de madera rinden homenaje a su función original. En el punto más alto del techo, un tragaluz recorre el techo para iluminar no solo el pasillo sino también las habitaciones gracias a las ventanas del travesaño.
El Spa o Wellness
Desarrollado en el jardín del monasterio, el spa consta de siete cuerpos de cristal y metal. La alternancia de cuerpos de vidrio y verde patios crea un patrón evocador. “Al diseñar esta área nuestro objetivo era crear un diálogo más con el entorno paisaje agrícola que con el monasterio, un poco demasiado “poderoso” en términos arquitectónicos”, explica Padovan.
La zona de wellness incluye una zona de relajación con tumbonas, una zona de tratamientos y una segunda zona de relajación frente al “biolake”, una piscina de agua natural con tintes azul oscuro. La siguiente fase es una zona de relajación en una galería abierta en los patios verdes, desde la que se accede a las saunas (una biosauna y una sauna finlandesa) y un tipo particular de hammam.
Una decoración austera y relajada
Si en la arquitectura se ha hecho un gran esfuerzo por rehabilitar y mantener las elementos, en la decoración se ha hecho la misma labor y por eso, esta es austera pero a la vez elegante y tranquila.
Los tonos dominantes en el interior son el blanco, el gris y el negro, como antes de la reforma. Los suelos de cemento se han aplicado sobre los originales (para no destruirlos), a excepción del gran pasillo que conduce desde la entrada principal al jardín interno, que mantiene su revestimiento de piedra original después de ser cuidadosamente restaurado. Después de la restauración y consolidación trabajo, las paredes y bóvedas fueron tratadas con yeso buscando un efecto de ondulación como si fueran antiguas.
La recepción destaca por su gran escritorio de piedra, revestido de granito e iluminado por una “ducha” de lámparas colgantes minimalistas. A su alrededor, tan unas discretas sillas lo que crea en su conjunto, un estilo monacal.
Igual de sobria y elegante es la gran sala de desayunos, que está dominada por una larga mesa central que recuerda el antiguo refectorio y tiene mesas más pequeñas colocadas a lo largo de los muros. En la zona del bar y salón buffet, se encuentra un pozo restaurado y una chimenea que se han adaptado en islas buffet.
En el primer piso el majestuoso corredor central, cuyo suelo ha sido rehabilitado se ha dejado deliberadamente libre de muebles para potenciar su largura. Todas las habitaciones comparten una base muy de diseño elegante, gracias a la elección de materiales: suelos de roble natural cepillado en los dormitorio y azulejos para el baño.
El negro ha sido elegido para el mobiliario, incluido el del baño, destacando sobre el gris de las habitaciones.
Las habitaciones del loft adoptan el mismo estilo, pero con algunas concesiones adicionales a la modernidad; colores más suaves, camas acolchadas para confort acústico y lámparas de cerámica.
En la zona de spa la elección de los materiales y la decoración busca potenciar la calidez y el ambiente relajante de las habitaciones, distintivo por los tonos cálidos de roble blanqueado, lino efecto textil y algodón. Dentro del spa todo está diseñado para generar una sensación de calma y relajación.
Vía noa* network of architecture. Imágenes de Alex Filz
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