La propagación del virus viene determinada además por la variante Delta, que contribuye al 99% de las infecciones.
Una cuarta ola de la pandemia de coronavirus, potenciada por la variante Delta, sigue tomando fuerza en Alemania, principalmente a través de contagios entre los adultos jóvenes, indican cifras del instituto Robert Koch (RKI), el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas.
La pandemia también se está extendiendo cada vez más a los grupos de mediana edad, indica el informe semanal de RKI, que subraya que son principalmente los no vacunados los que terminan hospitalizados, informó la agencia alemana de noticias Europa Press.
La incidencia de la infección en siete días entre los jóvenes de 15 a 34 años se ubicó el jueves en 115 por cada 100.000 habitantes, casi el doble del resto de las franjas etarias.
Datos de del RKI situaban este vierbesla incidencia en 70,3 (el día anterior el valor había sido de 66,0), y hace una semana de 48,8.
Alemania registró 12.029 nuevos contagios de SARS-Cov 2 en un día, casi 3.000 más que hace una semana en el país donde además se registraron 14 muertes en las últimas 24 horas, lo que eleva los decesos a 92.096.
Por otra parte, el RKI precisó que los ancianos y las personas de edad muy avanzada, que tienen el mayor riesgo de padecer Covid-19 grave, están en su mayoría ya vacunados y protegidos.
En el grupo de 60 años o más, las tasas de incidencia no superan actualmente los 17 casos por cada 100.000 habitantes en todo el país en una semana.
Una de las razones del alza en la curva de contagios entre los más jóvenes podría ser también la disminución de la disposición a vacunarse.
La proporción de inmunizados aumentó lentamente en comparación con la semana anterior.
Hasta el 25 de agosto, casi el 65% se había inoculado al menos una vez y casi el 60% tenía la pauta completa.
Una semana antes, estas tasas se situaban en torno al 64% para la primera y al 58% para la doble vacunación.
De acuerdo al análisis de RKI, el aumento de los contagios entre los más jóvenes también se aprecia cuando se observan los datos de los hospitales: mientras a principios de año los internados con Covid-19 tenían una media de 77 años, la edad promedio desde mediados de agosto se sitúa en torno a los 46 o 48 años.
La propagación del virus viene determinada además por la variante Delta, que contribuye al 99% de las infecciones.