Uno de los grandes alicientes que trae consigo la llegada de la Navidad y los días festivos que la rodean son las películas navideñas. Se trata de casi un subgénero en el que los cinéfilos (e incluso los que no lo son) agradecen disfrutar por estas fechas.
Las listas con los mejores y/o imprescindibles filmes que tienen a esta festividad como elemento importante de su trama aparecen en los medios de comunicación como una avalancha sin fin. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones las películas citadas son siempre las mismas, las que Navidad tras Navidad nos conocemos de memoria.
En la siguiente lista propongo ser original y recomendar diez largometrajes navideños que no son tan conocidos. En el heterogéneo catálogo se mezclan distintos géneros (desde el drama familiar al cine gore, pasando por la comedia o el thriller), diferentes nacionalidades (obras procedentes de Francia, Australia, Canadá o Dinamarca), y por supuesto, nuevos enfoques para reflexionar sobre estos días señalados en el calendario en los que la familia, las cenas y la nostalgia juegan un papel fundamental.
Tangerine (2015)
El cineasta estadounidense Sean Baker, conocido por la notable ‘The Florida Project‘ (2017), asombró a la crítica internacional con esta cruda y frenética tragicomedia sobre dos chicas trans que ejercen la prostitución.
La película, que transcurre íntegramente en el día de Nochebuena, sigue con gran realismo las vicisitudes de sus dos protagonistas y otros personajes secundarios que se cruzan con ellas, mostrando una cara poco amable de Los Ángeles (tan verdadera como escasamente relatada en el cine realizado en EEUU).
El día a día de las personas trans y los ataques y prejuicios que sufren, la prostitución, el contrabando de droga o la convivencia entre migrantes en el país norteamericano son algunos de los temas expuestos. Rodada al completo con un IPhone, ‘Tangerine’ suena a música urbana y palpita a auténtica calle en todos sus fotogramas. Sin paternalismo y con mucha honestidad, Baker confecciona una original y tangible obra donde el espíritu navideño también tiene cabida.
Un cuento de Navidad (Un conte de Noël, 2008)
Navidad en Roubaix. El municipio francés es escenario de esta obra imprescindible del maestro Arnaud Desplechin, lugar donde nació y en la cual se desarrolla gran parte de sus historias.
En ‘Un cuento de Navidad’ el autor galo nos sumerge en su particular universo onírico y existencial para narrar con deslumbrante libertad los conflictos de una fracturada familia a lo largo de los años, aunque se detiene en el tenso reencuentro de todos sus miembros —después de un lustro sin verse— para dirimir qué hermano trasplantará su médula ósea a su madre gravemente enferma. Dicha reunión tiene lugar durante las dos últimas semanas del año, coincidiendo con la época navideña.
Deneuve, Amalric, Roussillon, Devos, Consigny o Poupadu son algunos de los distinguidos actores que interpretan con rotundidad esta fábula repleta de aristas sobre esa patología hereditaria denominada familia. Qué mejor para entenderse a uno mismo que observando a un familiar. Misterios de la sangre.
Testigo silencioso (The Silent Partner, 1978)
En los días precedentes a Navidad, aquellos en los que las grandes superficies se abarrotan de consumidores, motivos navideños decorativos y papá noeles por doquier, uno de esos Santa Claus atraca un banco situado en un extenso centro comercial.
Sin embargo, el robo no sale tan bien como pretendía el ladrón, ya que la astucia del empleado bancario hace que gran parte del dinero se lo quede él sin que nadie sospeche nada. Nadie a excepción del atracador, que sabe que la cifra de billetes substraída que indican los informativos no se corresponde con la cantidad que él posee. A partir de aquí, se inicia un juego de gato y ratón donde la tensión y el peligro van incrementándose en poco tiempo.
Un thriller dirigido con precisión por el canadiense Daryl Duke e interpretado por Elliott Gould, Christopher Plummer y Susannah York, y cuyo guion, a pesar de ciertas inverosimilitudes, se sedimenta en los mecanismos propios del género, con figuras clave como la femme fatale o el bonachón inteligente que esconde un gran secreto. Un clásico canadiense del cine de atracos que ofrece intriga, nervio y buen entretenimiento.
Al interior (À l’intérieur, 2007)
Para los amantes del cine gore también hay filmes que transcurren en Navidad y con los que pueden disfrutar de la sangre, las vísceras y los asesinatos. Es el caso de ‘Al interior‘, ópera prima de los directores franceses Alexandre Bustillo y Julien Maury.
En ella se muestra el indecible sufrimiento que padece una joven embarazada y recientemente viuda durante la noche de Nochebuena. Última noche que pasará la protagonista con su hijo en su interior, puesto que como consecuencia de un fatídico accidente —en el que su marido ha fallecido— le practicarán un parto inducido al día siguiente. Aún conmocionada por el terrible suceso, decide pasar Nochebuena sola en su casa.
No obstante, no habrá tranquilidad para la futura madre, pues una extraña mujer irrumpe en su hogar con una finalidad muy concreta, la cual querrá alcanzar a toda costa. Unas afiladas tijeras y abundantes litros de hemoglobina serán los protagonistas de este largometraje que hará las delicias de los fans del género. Abstenerse quienes exigen realismo a esta clase de películas, así como aquellos que se marean cuando ven sangre.
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Esa época del año (Den tid på året, 2018)
Entre la comedia y el drama oscila esta cinta dirigida e interpretada por la actriz y realizadora danesa Paprika Steen. Aunque no parta de un guion donde la originalidad sea su máxima virtud, Steen logra capturar el estrés y aturdimiento que supone para muchas familias la cena de Navidad.
Cuando ese momento llega para los protagonistas de esta película, las disputas no tardan en aparecer, los resentimientos salen a la luz y los reproches son arrojados entre unos y otros sin cesar. 14 individuos que son capaces de sacar lo mejor y lo peor de sí mismos, con las emociones a flor de piel y algunos asuntos pendientes que resolver, así como el deseo de ser admirados por el resto. Un cóctel explosivo que no tarda en dinamitar.
No faltan las visitas inesperadas, los conflictos por la comida o los secretos que se destapan. Alta cantidad de nieve y alcohol en esta obra recomendada a quienes consideran que pasar la Navidad en familia no siempre es buena idea, sobre todo cuando se es consciente de que existen problemas familiares irresolubles.
El chico que salvó la Navidad (A Boy Called Christmas, 2021)
La propuesta de esta lista más adecuada para disfrutar en familia se estrenó el mes pasado y está dirigida por el británico Gil Kenan. Basada en el libro ‘A Boy Called Christmas’ de Matt Haig, la película cuenta los orígenes de la Navidad y de su figura más emblemática: Papá Noel.
De esta forma, seguimos los pasos de un joven Nikolas en busca de su padre y de un legendario territorio élfico denominado Elfhem. Le acompañarán un ratón parlante y un reno mágico, y durante la aventura se cruzará con diferentes personajes que le ayudarán o intentarán impedir alcanzar la esperanza y creer en la magia.
Maggie Smith, Kristen Wiig, Sally Hawkins, Toby Jones y Jim Broadbent desfilan por esta cinta que puede entenderse también como un alegato político contra la xenofobia y el odio. Esta coproducción entre Reino Unido y República Checa, ideal para visionar adultos y niños, puede que no sea la mejor película infantil sobre la Navidad pero mantiene muy vivo el espíritu de estas fiestas.
Cuidado con los extraños (Better Watch Out, 2016)
El trabajo de niñera jamás había sido tan peligroso como en esta película coproducida entre Australia y Estados Unidos y dirigida por Chris Peckover. Es época navideña y la joven Ashley es contratada por la familia Lerner para ocuparse de su hijo de 12 años durante una noche.
El pequeño Luke parece más maduro de lo que su edad indica y tiene como propósito enamorar a su canguro, aunque esta sea cinco años mayor. Para conseguir que Ashley se sienta atraída por él urde un plan que consta, en principio, de visionar juntos una película de terror y beber una botella de champán. Todo se derrumbará cuando un extraño comienza a asustarlos con misteriosas llamadas de teléfono y el lanzamiento de un ladrillo con un mensaje escrito: “Si alguien sale, muere”.
Gozosa comedia negra con efectivos giros de guion que participó en la Sección Oficial del Festival de Sitges. Una entretenida golosina cinéfila que puede percibirse como el reverso siniestro de ‘Solo en casa‘ (Chris Columbus, 1990), donde los roles de buenos y malos se invierten, y a la que Peckover hace algún guiño.
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Tokyo Godfathers (2003)
Durante los días navideños es posible contemplar la naturaleza más cruel y más bondadosa del ser humano. Lo peor y lo mejor de nuestra especie. Así lo demuestra el mordaz retrato que Satoshi Kon y Shôgo Furuya presentan en esta película de culto, una de las obras cumbres de la animación para adultos.
Kon, maestro japonés del anime que falleció prematuramente en 2010 y responsable de títulos tan icónicos como ‘Perfect Blue‘ (1997) o ‘Paprika, detective de los sueños’ (2006) compone un fascinante diseño de escenarios y personajes al servicio de una trama tan cruel como esperanzadora. De esta forma, los haikus, la nieve y los milagros se entremezclan con la violencia, la sangre y la miseria.
Tres peculiares vagabundos de Tokio encuentran entre la basura a un bebé recién nacido. Al principio, uno de ellos querrá quedárselo, pero finalmente deciden buscar a sus padres para conocer el motivo del abandono. Esta desesperada búsqueda por la ciudad constituirá para los tres una aventura personal hacia su pasado y una descarnada revelación sobre la humanidad.
El último día (Le dernier jour, 2004)
A pesar de ser la película menos navideña de toda la lista (y puede que también la menos conocida), el tercer largometraje del francés Rodolphe Marconi es un formidable relato sobre la identidad y las turbulencias de la juventud, filmado con encantadora libertad y sutileza.
El argumento trata sobre la vuelta a casa por Navidad de Simon (Gaspard Ulliel), que para sorpresa de su familia se presenta en la casa vacacional con Lousie (Mélanie Laurent), una joven menor de edad que conoció la noche anterior en su viaje en tren. La singular relación que se forma entre Simon, Louise y un amigo del primero se une a la irrupción de otro personaje que aparece para desestabilizar el núcleo familiar en este misterioso filme que dice más con las imágenes que con los diálogos.
Aunque ausente de espíritu navideño («¿conoces a alguien que le guste la Navidad?» llega a decir uno de los personajes), la cinta posee enorme fuerza visual y gran poder de atracción gracias a sus actores principales, además de regalarnos una memorable escena musical al ritmo de Mamy Blue.
Matar a Dios (2017)
Otro día señalado de estas fiestas es el 31 de diciembre, donde celebramos por igual la conclusión del año que se termina y la entrada al nuevo año que comienza. En este debut en el largometraje de los directores españoles Albert Pintó y Caye Casas, la Nochevieja no puede ser más extravagante y grotesca.
Cuatro parientes se disponen a pasar esta especial velada en una alquilada casa rural alejada del mundanal ruido. Entre conflictos personales y tensiones familiares, la noche se desestabiliza por completo cuando irrumpe en la vivienda un anciano que dice ser el todopoderoso Dios. Ganadora del Premio del Público en el Festival de Sitges, esta minimalista obra, de pocos escenarios y personajes, se mueve entre la comedia políticamente incorrecta y el gore de serie B que recuerda al cine de Álex de la Iglesia.
Aunque la escasez de recursos económicos no siempre se solventa con buenas ideas, la película se disfruta por las divertidas interpretaciones de sus actores: David Pareja, Itziar Castro, Eduardo Antuña, Emilio Gavira y Boris Ruiz.