Rusia y Ucrania firmaron el viernes en Estambul un acuerdo mediado por la ONU y Turqua que permite reanudar las exportaciones de granos ucranianos
Rusia y Ucrania firmaron el viernes en Estambul un acuerdo mediado por la ONU y Turquía que permite reanudar las exportaciones de granos ucranianos

Las autoridades ucranianas se mostraron este lunes esperanzadas en que durante esta semana se realicen las primeras exportaciones de cereales en el marco del acuerdo firmado el viernes en Estambul por Kiev y Moscú, pese al bombardeo ruso del sábado contra el puerto de Odesa, mientras el Kremlin aseguró que “no hay ningún obstáculo” para cumplir con el pacto.

El ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, sostuvo en una conferencia de prensa que se esperaba “que el acuerdo comience a funcionar y que se establezca un centro de coordinación en Estambul en los próximos días”.
“Estamos preparando todo para comenzar esta semana”, agregó.

Para el ministro, el principal obstáculo para la reanudación de las exportaciones es el riesgo de bombardeos rusos, por lo que pidió tanto a Turquía como a las Naciones Unidas, los garantes del acuerdo, que garanticen la seguridad de los convoyes ucranianos.

“Si las partes no garantizan la seguridad, no funcionará”, advirtió el ministro.

Rusia y Ucrania firmaron el viernes en Estambul un acuerdo mediado y supervisado por la ONU y Turquía que permite reanudar las exportaciones de granos ucranianos a través del mar Negro, bloqueadas a partir de la guerra, así como de cereales y fertilizantes rusos, afectados por las sanciones internacionales, y que busca aliviar la crisis alimentaria global desatada por la guerra.

Al día siguiente, Moscú lanzó un ataque en la zona portuaria de la ciudad de Odesa, pero argumentó que destruyó un galpón con misiles enviados a Ucrania por Estados Unidos y aseguró que respetaría el acuerdo.

El acuerdo también compromete a ambas partes a abstenerse de realizar ataques en tres puertos del mar Negro desde donde deben salir los granos por corredores seguros: Odesa, Chernomorsk y Yuzhny.

El Comando Militar Sur de Ucrania dijo que ninguna instalación de almacenamiento de granos había sido atacada.

Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aseguró hoy que nada obstaculiza la exportación de grano ucraniano desde el puerto de Odesa.

El ataque contra el puerto de Odesa fue recibido con preocupacin por Turqua garante del acuerdo Foto AFP
El ataque contra el puerto de Odesa fue recibido con preocupación por Turquía, garante del acuerdo. Foto: AFP

“La terminal de grano del puerto de Odesa se encuentra a una distancia considerable de la parte militar, no hay ningún obstáculo para que el grano empiece a exportarse a los clientes, tal como lo estipulan los acuerdos firmados en Estambul”, dijo en una rueda de prensa en el Congo, en el marco de su gira por varios países de África, citado por la agencia rusa de noticias Sputnik.

Poco antes, en la misma línea, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, había señalado que el ataque “se centró exclusivamente en la infraestructura militar y no tuvo nada que ver con la infraestructura que se utiliza para cumplir con los acuerdos y exportar granos”.

“Por lo tanto, esto no puede ni debe afectar de ninguna manera el inicio del proceso de envío”, añadió.

Peskov reclamó a Naciones Unidas que “haga su parte” para retirar las restricciones a las exportaciones rusas y apuntó a la necesidad de que el mecanismo pactado para las exportaciones de granos sea puesto en marcha antes de valorar su efectividad, informó la agencia rusa de noticias TASS.

El ataque contra el puerto de Odesa fue recibido con preocupación por Turquía, garante del acuerdo, y fue condenado por Estados Unidos, la Unión Europea, Naciones Unidas y la propia Ucrania, que denunció el lanzamiento de al menos cuatro misiles Kalibr, dos de los cuales impactaron en las instalaciones portuarias.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) anunció que el Gobierno elaboraba un “plan B” para exportar cereales desde Ucrania tras el ataque de Rusia, que llevó a Washington a creer que Moscú no respetaría el acuerdo firmado en Estambul.

“El plan B implica carreteras, ferrocarriles y ríos, el envío de barcazas y el ajuste de los sistemas ferroviarios para que estén mejor alineados con los de Europa, para que las exportaciones puedan salir más rápidamente”, dijo Samantha Power, representante de Usaid, a la CNN.

Sin embargo, Power hizo hincapié en que, aunque un plan de contingencia ofrece ciertos niveles de seguridad, “no hay sustituto para que Putin permita que termine el bloqueo y que los granos se envíen de la manera más eficiente posible”.

En paralelo, Rusia aseguró que no quiere dejar de suministrar gas a Europa, después de que la Comisión Europea presentara la semana pasada un plan para reducir en los próximos meses la demanda de gas en 15%, con el fin de garantizar el funcionamiento de la industria en caso de un corte total del suministro ruso.

“Rusia no está interesada en esto (el cese de suministros de gas ruso a Europa). Diga lo que diga la Comisión Europea, en las capitales europeas, en Estados Unidos; Rusia ha sido, es y sigue siendo un país que garantiza la seguridad energética de Europa en muchos aspectos y no en declaraciones, sino en hechos”, dijo Peskov, y advirtió que esto cambiaría si se siguen aplicando sanciones en su contra.

En este contexto, el gigante energético ruso Gazprom anunció hoy la detención de otra turbina de Siemens y la reducción de entregas diarias a Europa de gas por el gasoducto Nord Stream a 33 millones de m3 a partir del miércoles próximo y despertó críticas de Alemania que niega “razón técnica para reducir entregas”.

“Gazprom detiene otro motor de turbina de gas de Siemens en la estación de compresores Portóvaya. A partir de las 7 hora de Moscú (04.00 GMT) del 27 de julio, la producción diaria de Portóvaya no superará los 33 millones de metros cúbicos al día”, publicó la empresa en su canal de Telegram.

Esto supone alrededor del 20% de la capacidad del gasoducto, frente al 40% actual.