El primer ministro húngaro, Viktor Orban, embistió este lunes contra los “dictados” de La Unión Europea (UE), calificándolos de pálida imitación de la autoridad soviética, y dijo avizorar una luz de esperanza en las elecciones del continente de 2024.
“A veces la historia se repite”, expresó el líder húngaro ante un millar de sus seguidores reunidos en Veszprem en el día de conmemoración del levantamiento de Hungría contra la Unión Soviética en 1956.
“A la represión soviética siguieron sermones desde Bruselas (sede de la UE), pero afortunadamente la tragedia de antaño se ha convertido en una farsa”, afirmó.
Agregó que “Moscú fue una tragedia y Bruselas no es más que una mala parodia contemporánea”.
“Tuvimos que bailar al son de los silbatos de Moscú. Bruselas también los hace sonar, pero sólo bailamos si queremos”, abundó Orban, citado por la agencia de noticias AFP.
Acusado regularmente por sus socios occidentales de autoritarismo, Orban mantiene numerosos conflictos con la UE, desde temas relacionados con la migración hasta los derechos de las personas LGBT+, pasando por la independencia del poder judicial.
El año pasado, la UE congeló el desembolso de miles de millones de euros destinados a Hungría por sospechas de corrupción de su Gobierno.
Sin embargo, consideró que la situación “no es desesperada”.
“Moscú era irrecuperable, pero Bruselas y la Unión Europea pueden serlo”, refirió, en alusión a las elecciones europeas de junio de 2024, que espera ganar con sus aliados.
La buena salud de los partidos nacionalistas, actualmente en el poder en Italia, Polonia o Finlandia, unidos a un fuerte crecimiento en Austria o España, sugiere un contingente masivo de eurodiputados de este movimiento en el hemiciclo de Estrasburgo.