El
estreno
de
El
último
Late
Night

en
España
supone
la
confirmación
de
que
hay
una
diversidad
de
estilos
en
el
terror
actual
expansiva
y
hasta
cierto
punto
experimental.
El
formato
del
falso
documental,
el
found
footage,
el
terror
en
streaming
directo
sigue
reproduciéndose
y
este
último
ejemplo
tiene
un
componente
retro
que
lo
emparenta
con
los
movimientos
analog
horror
de
youtube,
pero
hay

una
gran
piedra
angular
que
sigue
muy
desconocida
en
España
y
otros
países.

Pero
retrocedamos
a
la
noche
de
Halloween
de
1992,
cuando

la
BBC
traumatizó
a
toda
una
nación
con
un
rompedor
programa
paranormal
en
directo
,
tan
realista
que
llamaron
30.000
personas
con
quejas
por
lo
que
estaban
mostrando
en
un
horario
relativamente
temprano.
Tanto
es
así,
que
nunca
se
ha
permitido
repetir
algo
así
en
el
Reino
Unido,
donde
la
televisión
de
los
sábados
por
la
noche
estaba
en
un
gran
apogeo
y
atraía
a
millones
de
espectadores
con
regularidad.

El
programa
se
tituló
Ghostwatch
y
se
anunció
como
un
especial
con
presentadores
tan
conocidos
que
su
emisión
fue
tomada
como
real.
Con
una
duración
de
90
minutos,
fue
presentado
al
público
como
una
investigación
paranormal “en
directo”
dentro
de
una
casa
familiar
en
Northolt,
Londres.
Pero
por
supuesto,
todo
lo
que
iban
a
mostrar
estaba
preparado,
por
eso,
fue

uno
de
los
pioneros
del
formato



mockumentary

que
más
tarde
se
perfeccionaría
en
el
subgénero
found
footage,
aunque
se
alejaba
de

‘Holocausto
Caníbal

(1979)
por
su
vocación
de
falso
directo
con
profesionales
del
medio
televisivo
y
no
un
largometraje
tradicional.

La
docurealidad
y
lo
fantástico

Por
supuesto,
no
fue
el
primer
programa
de
ficción
meta
en
crear
alarma
social,
siguiendo
el
ejemplo
de
La
Guerra
de
los
mundos

de
Orson
Welles.
Ya
se
habían
visto
intentos
muy
olvidados
como
Alternative
3’

(1977)
que
desmontaba
una
conspiración
científica
en
directo
y
Special
Bulletin

(1983)
sobre
el
peligro
nuclear
inminente.
Pero
los
precursores
de
televisión
relacionados
con
lo
sobrenatural
y
con
ánimo
terrorífico
fueron
piezas
como
Psychic
Vision:
Jaganrei

(1988),
una
precoz
pionera
del
J-Horror
y
la
tremenda
serie
de
cortos
Les
documents
interdits

(1989),
que
trataban
de
brujería
a
doppelgängers.

Psychic

En
un
principio,
‘Ghostwatch’
ni
siquiera
iba
a
ser
un
falso
documental,
puesto
que
el
guionista
Stephen
Volk
imaginó
la
historia
como
una
serie
de
seis
capítulos,
hasta
que
la
productora
Ruth
Baumgarten
le
convenció
para
crear
un
único
evento,
lo
que
hizo
que
Volk
se
inclinara
por
la
idea
de
una
falsa
investigación
en
directo.
Sería
una
historia
de
misterio,

simulando
que
es
una
transmisión
en
vivo
desde
una
casa
encantada
,
cuya
inspiración
más
lineal
podría
ser
la
historieta

‘Television
Terror’

(1950),
de
la
colección
de
EC ‘The
Haunt
of
Fear’
número
17.

Televisionterror

La
obra
de
Harvey
Kurtzman
tuvo
su
adaptación
en
Historias
de
la
Cripta

en
1990,
con

un
reportero
retransmitiendo
en
directo
desde
una
casa
encantada
,
pero
la
idea
es
que
no
hubiera
contraste
entre
las
partes
retransmitidas
y
la
narración,
el
concepto
de
Volk
se
 adelantaba
a
sus
contemporáneos
porque
prefiguraba
el
tipo
de
programa
de
telerrealidad
semidirigido
que
dominaría
la
televisión
en
los
años
venideros,
pero
su
opción
dificultó
la
aceptación
de
los
ejecutivos
de
BBC,
que
no
entendieron
por
qué
estaba
escrito
de
esa
forma
ni
si
iba
a
funcionar.

La
impostura
perfecta

El
verdadero
golpe
de
genio
del
programa,
que
todavía
hoy
lo
hace
válido,
fue
la
decisión
del
equipo
de
optar
por

no
utilizar
actores
tradicionales
sino
gente
conocida,
profesionales
familiares
para
el
gran
público

como
Michael
Parkinson,
el
rostro
de
confianza
de
la
BBC
en
aquella
época,
que
era
quien
se
dedicaría
a
dirigir
el
programa
desde
un
estudio
de
televisión.
Mientras
tanto,
los
presentadores
Sarah
Greene,
su
marido
Mike
Smith,
y
Craig
Charles,
que
si
era
actor,
pero
también
igualmente
conocido
en
el
Reino
Unido
por
su
trabajo
como
presentador,
se
encargarían
de
formar
equipo
de
campo,
con
el
típico
pragmatismo
y
desparpajo
de
reporteros
con
capacidad
de
improvisar
que
imprimieron
al
programa
sensación
de
verosimilitud.

‘Ghostwatch’
tenía
un
aspecto
más
tangible
al

usar
verdadera
cinta
de
vídeo
en
lugar
de
película
de
16
mm
,
lo
que
creaba
una
textura
documental
de
inmediatez
que
contrastaba
con
las
clásicas
luces
de
un
plató
tan
creíble
como
el
de
una
noche
de
‘Sálvame’.
Además,
las
bromas
entre
el
equipo
iban
metiendo
a
los
espectadores
en
una
historia
que
se
iba
desarrollando
en
un
picoteo
de
entrevistas
con
vecinos
y
expertos
en
fenómenos
paranormales,
distendidas
tomas
del
equipo
de
producción
haciendo
el
juego
clásico
de
las
manzanas
en
agua,
y
la
presentación
de
una
casa
encantada
que,
por
lo
demás,
parecía
tan
normal
como
cualquier
hogar
medio
de
una
urbanización
de
Inglaterra.

Fantasmas

Da
igual
cuántas
veces
se
vuelva
a
ver,
en
esos
instantes
hay
una
relajación
suspendida
en
el
ambiente
que
vuelve
a
crear
la
sensación
de
que
probablemente
no
pase
nada,
de
que
todo
es
un
experimento
divertido.
A
esto
se
suma
el
despiste
de
que
Parkinson
atiende
a
menudo
una
línea
directa
081
811
8181,
el
número
estándar
que
utilizaba
la
BBC
en
aquella
época
para
las
llamadas.
El
ingrediente
más
dudoso
del
conjunto
es
que
lo
que
se
afronta
se
basa
en
hechos
reales,
ya
que
el
caso
que
van
a
cubrir
los
reporteros

es
prácticamente
una
recreación
de
los
Poltergeist
de
Enfield
de
1977.

Cuando
lo
paranormal
era
una
noticia
de
sucesos

Por
una
parte
puede
servir
de

elemento
plausible
por
el
eco
que
podría
generar
en
los
espectadores
,
por
otra
parte,
la
investigación
de
actividad
sobrenatural
en
284
Green
Street,
en
el
concejo
de
Brimsdown,
fue
suficientemente
mediática
como
para
que
creara
un
recuerdo
suficiente
como
para
pensar
que
había
tongo
en
el
programa.
La
adaptación
también
tenía
a
una
mujer
soltera,
Pamela
Early,
y
sus
dos
hijas,
atacadas
habitualmente
por
un
poltergeist
muy
activo
apodado
Pipes,
llamado
así
por
su
tendencia
a
golpear
las
tuberías
de
la
calefacción
central.

‘Ghostwatch’
informaba
a
los
espectadores
de
que
los
investigadores
habían
estado
estudiando
la
situación
durante
diez
meses.
Recordemos
que
era

la
época
de
Tristanbraker
y
los
parapsicólogos
televisivos
“de
campo”
,
con
lo
que
lo
sobrenatural
y
los
hechos
como
las
caras
de
Bélmez
tenían
cierta
aceptación
social,
o
al
menos
los
medios
hacían
pensar
que
eran
situaciones
reales
por
estudiarse
de
forma
casi
científica,
validando
a
parapsicólogos
como
nutridos
eruditos
con
voz
de
autoridad
en
la
materia.
Aquí
el
misterio
iba
tomando
forma
en
el
propio
programa,
hasta
el
punto
en
el
que
se
descubría
que
Pipes
es
el
espíritu
de
un
maltratador
llamado
Raymond
Tunstall.

Ghostwatch Tv



SPOILERS
EN
EL
SIGUIENTE
PÁRRAFO

Esa
unión
de
puntos
en
riguroso
directo
es
una
de
las
claves,
por
ejemplo,
del
programa
de
Rec’
(2007),
en
el
que
se
iban
diseminando
las
pistas
del
origen
de
la
infección.

En
la
última
parte
del
programa
el
pánico
se
desata
cuando
el
fantasma
controla
las
cámaras
,
Greene
es
arrastrada
a
un
vacío
negro
mientras
su
marido
le
pregunta
dónde
está
y
un
atónito
Parkinson
se
ve
obligado
a
navegar
por
un
estudio
destrozado
y
abandonado,
hasta
que
es
poseído
frente
a
la
cámara
y
recita
una
vieja
canción
infantil,
una
coda
de
la
que
toma
buena
nota
toda
‘El
último
Late
Night’.

Impacto
demoledor

A
pesar
de
lo
inverosímil
y
chiflado
de
ese
último
tramo,
‘Ghostwatch’
confundiría,
conmocionaría
y
horrorizaría
al
público,

o
al
menos
a
una
buena
parte
de
los
11
millones
de
personas
que
lo
sintonizaron
esa
noche,
creando
tal
histeria
colectiva
que
se
convirtió
en
el
primer
programa
de
TV
que
causó
un
síndrome
de
estrés
postraumático
verificado
en
psiquiatría,
que
incluso
cambió
algunos
criterios
de
diagnóstico.
No
solo
hubo
una
reacción
de
miedo,
claro,
muchas
personas
se
sintieron
furiosas
y
engañadas,
pero
entre
las
reacciones
dispares
hubo
un
vicario
telefoneó
creyendo
que
la
BBC
podría
haber
suscitado
fuerzas
demoníacas.

Hubo
casos
de
mujeres
que
se
pusieron
de
parto
después
de
ver
el
programa
y
de
niños
que
sufrieron
shocks,
reacciones
que
la
directora
Lesley
Manning
no
vio
venir,
rompiéndose
la
confianza
que
solía
suscitar
la
BBC
entre
la
mayoría
de
espectadores.
El
escándalo
fue
a
más
cuando

un
matrimonio
culpó
a
la
cadena
del
suicidio
de
su
hijo
varios
días
después
de
la
emisión
,
ya
que,
según
ellos,
quedó
conmocionado
tras
el
programa.
En
su
nota
de
suicidio
puso “Querida
mamá,
no
te
preocupes,
si
hay
fantasmas
yo
seré
uno
y
estaré
contigo
siempre
como
tal”.

Ghostwatch3

La
muerte
del
espectador
de
18
años,
con
dificultades
de
aprendizaje,
se
asoció
según
la
prensa
de
la
época
a
que
la
casa
de
la
familia
tenía
problemas
con
la
calefacción
central,
con
tan
mala
suerte
que
hacía
que
las
tuberías
golpearan
de
forma
similar
a
los
sonidos
del
programa.
Una
polémica
que
obligó
a
la
BBC
a
disculparse
más
adelante,
y
que
le
hizo
distanciarse
del
programa,
que

no
volvió
a
emitir
nunca
por
televisión
.
Esta
prohibición
no
hizo
sino
aumentar
su
carácter
de
culto,
de
leyenda
urbana
que
nadie
que
no
viera
en
su
día
podía
reproducir.

Un
legado
incalculable

Poco
a
poco
se
fue
creando
un
fandom
silencioso
en
torno
al
incidente,
y
no
fue
hasta
diez
años
después,
en
2002,
cuando
el
BFI
sacó
el
DVD
y
la
gente
pudo
volver
a
ver
lo
que
había
pasado.
Hoy
‘Ghostwatch’
puede
considerarse
técnicamente

la
primera
adaptación
de
ficción
de
los
Poltergeist
de
Enfield,
antes
de
la
célebre

Expediente
Warren:
el
caso
Enfield

(2016)
de
James
Wan
y
además
abrió
la
perspectiva
al
formato
falso
documental
y
found
footage,
que
prefigura
películas
como
El
proyecto
de
la
bruja
de
Blair’
.

Ya
en
los
propios
90
surgió
una
réplica
americana
con
invasión
extraterrestre
y
asteroides
llamada

‘Without
Warning

(1994),
y
también
tuvo
impacto
en
los
grandes
autores
como
George
Romero
cuyo
experimento
de
estudiantes
Jacaranda
Joe’

(1994)
surgía
solo
dos
años
después.
También
episodios
como
X-Cops
(2000)
de
Expediente
X

o
Ghostfacers
(2008)
de

‘Supernatural’

adoptaban
esa
libertad
narrativa,
saliéndose
además
de
su
habitual
formato.

Wherespipes2

Con
el
paso
del
tiempo,
‘Ghostwatch’
se
ha
convertido
en
una
obra
de
culto
y
su
comercialización
en
ediciones
domésticas
permitió
que

en
las
revisiones
se
encontrara
a “Pipes”
escondido
en
muchos
planos.
Al
estilo
de

La
maldición
de
Hill
House
’,
algo
que
también
recrea
‘El
último
Late
Night’,
Pero
su
influencia
de
no
acaba
ahí
y
tenemos
una
nueva
ola
de
ficciones
tocadas
por
su
formato
como
Historia
de
lo
oculto

(2020)
o
el
especial
de
Halloween
‘Dead
Line’
(2018)
de
la
brillante
antología
Inside
Number
9
’,
la
única
vez
que
la
BBC
ha
conjurado
o
hecho
las
paces
con
el
programa
que
rompió
la
inocencia
de
su
audiencia.