“La
vida
es
como
una
caja
de
bombones.
Nunca
sabes
lo
que
te
va
a
tocar”.
Acaba
de
cumplir
30
años,
pero
Forrest
Gump,
probablemente
la
película
que
más
rápidamente
se
nos
viene
a
la
cabeza
cuando
pensamos
en
Tom
Hanks,
es
una
de
esas
que
dejan
huella
y
varias
de
sus
frases
y
escenas
son
parte
indiscutible
de
la
cultura
popular.
Estrenada
en
1994
bajo
la
batuta
de
Robert
Zemeckis,
el
director
de
Regreso
al
futuro,
Forrest
Gump
no
pasó
por
pocos
problemas
en
su
producción,
pero
finalmente
el
resultado
mereció
el
esfuerzo:
el
filme
ganó
seis
premios
Oscar,
consagró
a
Hanks
como
uno
de
los
mejores
actores
de
su
generación
y,
hoy
por
hoy,
tres
décadas
más
tarde,
sigue
siendo
considerada
como
una
de
las
mejores
películas
de
todos
los
tiempos.
Sin
ir
más
lejos,
los
lectores
de
SensaCine
la
sitúan
en
el
sexto
lugar
de
las
mejores
películas
de
la
historia
con
una
puntuación
de
4,6
estrellas
sobre
5,
solo
por
detrás
de
El
Padrino,
La
lista
de
Schindler,
El
Padrino.
Parte
II,
Cadena
perpetua
y
La
vida
es
bella.
Emotiva,
genuina,
repleta
de
humor
y
técnicamente
pionera,
Forrest
Gump
es
una
de
esas
películas
que
da
igual
si
has
visto
una
o
cien
veces:
siempre
hay
espacio
para
una
más.
Una
buena
oportunidad
para
hacerlo
de
nuevo
es
ahora,
coincidiendo
con
la
celebración
de
su
30
aniversario
y
aprovechando
que
está
a
punto
de
abandonar
el
catálogo
de
Netflix.
Lo
hará
el
próximo
21
de
octubre.
“Un
clásico
instantáneo”
con
el
que
Zemeckis
dio
un
paso
más
en
su
faceta
como
director
más
enfocado
al
entretenimiento
infantil
y
familia
para
narrar “la
historia
de
su
país
a
través
de
un
personaje
que
se
convertiría
en
todo
un
símbolo”,
reza
la
crítica
de
SensaCine
para
la
película.
Fluidez
argumental,
un
impresionante
diseño
de
producción,
personajes
entrañables
y
una
absoluta
destreza
para
configurar
imágenes
que
inmediatamente
pasaron
a
formar
parte
del
imaginario
colectivo.