La
primera
película
de


Misión
Imposible

empezaba
con
algo
terrible
para
el
pobre
Ethan
Hunt:
todo
su
equipo
moría
en
una
explosión
que
le
dejaba
totalmente
solo
ante
el
mundo.
De
hecho,
a
lo
largo
del
resto
de
las
otras
siete
secuelas
se
vería
obligado
a
montar,
poco
a
poco,
su
nuevo
equipo,
sus
seres
queridos,
y
protegerles
hasta
el
final:
Benji,
Ilsa,
Julia…
Y,
por
supuesto,
Luther.
El
personaje
interpretado
por

Ving
Rhames

es,
al
fin
y
al
cabo,
el
único
que
repite
en
todas
las
películas,
aunque,
como
muchos
recordaréis,
hubo

una
en
la
que
apenas
se
pasó
a
saludar
en
su
escena
final.

Eso
no
significa,
claro,
que
no
fuera
muy
lucrativo
para
él.

Este
dineral
no
se
autodestruirá
en
cinco
segundos

Se
puede
argumentar
que


Misión
Imposible:
Protocolo
Fantasma

fue
la
primera
que
realmente
entendió
el
camino
que
debía
tomar
la
saga,
gracias
a
un

Brad
Bird

totalmente
desatado
que
unió
la
acción
espectacular
con
el
humor
y
el
thriller
de
espías.


Tom
Cruise


se
colgaba
del
Burj
Khalifa,
los
planes
salían
continuamente
mal,
las
persecuciones
eran
espectaculares…

Y
aunque
Benji
tuvo
mucho
protagonismo,
apenas
pudimos
ver
a
Luther
Stickell
al
final,
tomando
una
cerveza
con
sus
amigos.
¿Por
qué?

Pues
no
fue
por
un
problema
artístico
ni
porque
el
rodaje
se
solapara
con
otro,
sino
por
el
vil
dinero.
Esta
cuarta
entrega
costó
cinco
millones
menos
que
la
anterior,
y
Rhames
no
pudo
obtener
el
dinero
que
pidió
por
su
papel:

él
quería
cobrar
7,7
millones
de
dólares,
que
ya
es
una
cifra
alta
incluso
para
un
actor
de
primera
categoría,
simplemente
por
hacer
acto
de
presencia
.
Al
final
lo
hizo
durante
39
segundos,
indicando
que
volvería
en
la
quinta
entrega,
pero
no
está
claro
si
acabó
cobrando
el
cheque
o
no.
Francamente,
prefiero
pensar
que
sí.

Desde
entonces,
Ving
Rhames
ha
estado
presente
en
el
resto
de
películas
de
Misión
Imposible,
y
es
una
parte
importantísima
de


Sentencia
Final
,
la
cinta
que
cierra
la
saga
y
que
ya
ha
batido
el
récord
de
mejor
estreno
de
la
franquicia.
Eso
sí,

lo
tiene
muy
difícil
para
recuperar
los
400
millones
de
dólares
que
ha
costado
,
sobre
todo
teniendo
competencia
como


Lilo
y
Stitch
.
¿Quién
sabe?
Al
fin
y
al
cabo,
son
expertos
en
misiones
imposibles.