Puede
que
ahora
nos
quejemos
(con
razón)
de
que
Disney
parece
vivir
enganchada
a
su
propia
nostalgia,
con
secuelas,
precuelas,
remakes
en
acción
real
y
series
de
televisión
reviviendo
sus
propias
franquicias,
pero
lo
cierto
es
que
esto
no
es
nuevo:
todos
hemos
crecido
con
la
secuelas
directas
a
vídeo,
y
lo
que
no
todo
el
mundo
sabe
es
que
había
todo
un
estudio
destinado
a
producirlas:
DisneyToon.
Desde
1990
hasta
2018
hicieron
47
películas,
y
eran
muy,
muy
rentables.
Tanto,
que
estuvieron
a
punto
de
poner
sus
zarpas
encima
de
Pixar.
El
séptimo
círculo
del
infierno
a
lo
Pixar
Piensa
en
una
secuela
mala
de
Disney:
lo
más
probable
es
que
DisneyToon
esté
detrás. ‘La
bella
y
la
bestia:
una
navidad
encantada’, ‘Pocahontas
II:
Viaje
a
un
nuevo
mundo’, ‘La
dama
y
el
vagabundo
2’…
Por
cada
‘Goofy
e
hijo’, ‘La
Cenicienta
3’
o ‘El
retorno
de
Jafar’
que
hacían,
había
seis
películas
terribles
destinadas
tan
solo
a
ingresar
dinero
en
las
arcas
de
Disney.
Lo
conseguían:
estos
subproductos
costaban
unos
15
millones
y
acababan
consiguiendo
en
los
videoclubs
de
todo
el
mundo
más
de
100
al
final
de
sus
días.
Mientras
esta
desfachatez
tenía
lugar,
en
2004,
Pixar
y
Disney
anunciaban
el
fin
de
su
colaboración
tras
un
careo
entre
Michael
Eisner,
CEO
de
Disney,
y
Steve
Jobs,
director
de
Pixar.
Básicamente,
según
el
acuerdo
inicial,
Disney
poseía
los
derechos
de
las
siete
primeras
películas
de
Pixar,
desde
‘Toy
Story’
hasta
‘Cars’,
y
podían
hacer
toda
clase
de
secuelas,
precuelas
y
spin-offs,
con
o
sin
permiso
del
estudio
original.
Eisner
pretendía
que
siguiera
así
(obviamente),
y
Jobs
luchó
para
que,
a
partir
de ‘Cars’,
Disney
no
pudiera
hacer
secuelas
baratas
de
sus
películas.
Para
presionar,
se
llegó
a
crear
un
estudio
alternativo
a
DisneyToon,
Circle
7,
donde
harían
segundas
partes
cutres
de
las
películas
de
Pixar
de
las
que
Disney
tenía
derechos,
como ‘Monstruos
SA
2:
Lost
in
Scaradise’, ‘Buscando
a
Nemo
2’
o ‘Toy
Story
3’.
Sí,
al
final
en
Pixar
hicieron
todas
ellas,
pero
fueron,
ni
de
lejos,
las
que
se
plantearon
en
este
estudio,
conocido
por
los
propios
trabajadores
como “Pixaren’t”.
De
hecho,
no
acabaron
haciendo
ni
una
sola
cinta
antes
de
cerrar
en
2006,
y
la
responsabilidad
pasó
a
manos,
una
vez
más,
de
DisneyToon…
que
acabó
perpetrando
tan
solo
dos
spin-offs
de ‘Cars’.
¡Acarsbáramos!
Tras
el
monumental
éxito
de ‘Cars’
y
‘Cars
2’,
DisneyToon
recibió
un
encargo:
crear
una
película
que
se
pareciese
a
estas
pero
en
la
que
no
apareciesen
Rayo
McQueen,
Mate
y
el
resto
de
personajes.
Un
spin-off
en
toda
regla,
vaya.
Así
nació
‘Aviones’
y ‘Aviones:
Equipo
de
rescate’,
dos
mediocridades
absolutas
que
funcionaron
bien
en
taquilla.
Tan
bien,
que
se
llegó
a
anunciar
una
tercera
parte
en
2017
y
en
AnimatedViews
llegaron
a
insinuar
que
en
DisneyToon
ya
planeaban
hacer ‘Barcos’
y ‘Trenes’.

No
les
faltaba
razón:
el
único
arte
conceptual
que
nos
ha
llegado
es
el
de
otro
spin-off
de ‘Cars’,
que
basculaba
entre
su
potencial
para
ser
una
película
decente
y
la
parodia
de ‘Padre
de
Familia’: ‘Metro’.
Steve
Loter,
que
iba
a
ser
el
co-director,
la
definió
como
“un
cruce
entre
una
película
específica
de
Walter
Hill
de
los
70
y
otra
de
Scorsese
en
los
80”.
La
película
de
Walter
Hill
es
‘Los
amos
de
la
noche’
(‘The
Warriors’)
y
la
de
Scorsese
‘¡Jo,
qué
noche!’.
Dicho
así,
cualquiera
diría
que ‘Metro’
iba
a
estar
a
la
altura
del
Pixar
de
aquella
época,
¿no?
No
hay
manera
de
saberlo,
porque
conocemos
solo
algunos
pequeños
datos
sobre
la
película.
Muy
interesantes,
eso
sí:
por
ejemplo, ‘Metro’
se
iba
a
desarrollar
a
tiempo
real,
casi
sin
saltos
en
el
tiempo,
y
en
los
títulos
de
crédito
íbamos
a
escuchar
una
versión
de ‘Living
in
the
city’,
de
Stevie
Wonder.
Según
el
arte
conceptual
podemos
saber
que
los
coches
de ‘Cars’
cogen
el
metro
todos
los
días,
los
trenes
acaban
relajándose
en
el
bar
para
trenes
después
de
un
duro
día
de
trabajo…
¡E
incluso
tienen
su
propio
barrio
dentro
de
la
ciudad!
En
un
momento
dado,
tal
y
como
se
puede
intuir,
nuestro
protagonista
sería
perseguido
por
prácticamente
toda
la
ciudad
al
llegar
la
noche,
y
tendría
que
enfrentarse
con
pandillas,
otros
trenes
que
le
consideraban
inferior
y,
por
supuesto,
la
policía.
Según
Loter,
que
estuvo
desarrollándola
durante
cuatro
años,
“habría
sido
la
película
de ‘Cars’
más
descarnada
y
dura”,
mientras
que
Sunil
Hall,
el
co-director,
afirmó
que
la
hubiera
abrazado
totalmente
la
tristeza
de
los
trenes,
que
se
ven
obligados
a
andar
por
vías
y
no
pueden
salirse
de
su
camino
establecido,
una
pesadilla
en
un
mundo
de
coches
que
se
mueven
con
libre
albedrío.
Al
final,
todo
este
trabajo
quedó
en
nada:
DisneyToon
cerró
en
2018,
cancelando
todos
los
proyectos
que
estaban
haciendo
en
ese
momento,
y,
tras
‘Cars
3’,
Pixar
cerró
(aparentemente,
al
menos)
la
franquicia.
Sin
embargo…
¿No
sentís
un
poco
de
tristeza
por
haberos
perdido
algo
como ‘Metro’?
Quién
sabe,
quizá
en
ese
pozo
de
secuelas
directas
a
vídeo
hubiera
gente
que
quería
hacer
algo
interesante
para
variar…
y
no
sentirse
atrapados
en
sus
propias
vías
de
tren.






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