Solemos
quejarnos
del
product
placement
en
el
cine
(con
razón),
en
películas
como
‘Jack
y
su
gemela’
,
‘Regreso
al
futuro’

o
‘Ocean’s
8’
,
pero
muchas
veces
puede
exculparse
como

una
manera
de
rebajar
la
presión
sobre
un
presupuesto
que
se
ha
ido
de
madre
.
Sin
embargo,
hay
otros
títulos
que
son,
de
manera
literal,
anuncios:
‘Transformers’, ‘El
Pequeño
Mago’
(más
conocida
como ‘The
Wizard’,
publicidad
de
Nintendo)
y
‘Mi
amigo
Mac’

(producida
por
McDonald’s,
y
se
nota)
suelen
mencionarse
siempre,
pero
hay
otra
cinta
aún
más
descarada
que
se
topó
con
la
fría
realidad
de
su
intrascendencia.

El
Robot
Emilio,
parte
2

A
inicios
de
los
2000,
los
juguetes
tradicionales
estaban
en
las
últimas:
¿Quién
iba
a
jugar
con
muñecos
usando
su
imaginación
si
se
podía
llevar
su
Nintendo
DS
o
su
PSP
a
cualquier
sitio?
A
las
empresas
jugueteras
no
les
quedaba
otra
que
ponerse
al
día
y
lanzar
tanta
tecnología
puntera
como
pudieran.
Vamos,
crear
la
evolución
de
los
Furby
o
el
Robot
Emilio
en
lugar
de
figuras
clásicas
de
Barbie
o
G.I.
Joe.
Evolucionar
o
morir,

ese
debió
ser
el
lema
detrás
de
uno
de
los
juguetes
más
populares
de
los
2000:
el
Robosapien.

En
2004,
hace
dos
décadas,
no
había
niño
en
el
mundo
que
no
quisiera
un
Robosapien,
y
es
normal:
a
pesar
de
su
complicadísimo
mando
(que
no
había
quien
entendiese)
y
de
su
precio
altísimo,
que
superaba
los
100
euros,
el
robot
era
increíble.
Diseñado,
según
decía
su
caja,
por
ingenieros
de
la
NASA,

podía
coger
cosas
del
suelo,
moverse,
bailar
e
incluso
jugar
a
fútbol
.
De
hecho,
en
2005,
en
plena
fiebre
por
él,
llegó
a
jugarse
un
torneo
robótico
entre
varias
universidades
alemanas.
Era
lo
más.

Vendió
una
barbaridad,
claro:

solo
en
su
primer
medio
año
de
vida
colocaron
más
de
un
millón
y
medio
de
unidades
,
e
hizo
nacer
toda
una
línea
de
juguetes
para
WowWee,
su
fabricante
(a
la
sombra
de
Hasbro).
Así,
a
lo
largo
de
los
años
surgieron
el
RoboRaptor,
la
Femisapien
o
el
RoboQuad,
que
dieron
mucho
para
soñar
a
los
chavales
de
la
época
(y
a
sus
desesperados
padres
rascándose
la
cartera).
¡Incluso
llegaron
a
aparecer
Robosapiens
basados
en
Spider-man
y
Homer
Simpson!
Y
claro,
con
el
éxito,
lógicamente,
llegó
la
hora
de
hacer
su
película
correspondiente.
¿Quién
se
iba
a
resistir?

¿Roboquién?

En
marzo
de
2007,
con
la
fama
de
Robosapien
bajando
peligrosamente,
WowWee
decidió
que

era
el
momento
de
revivirla
con
una
película
basada
en
su
personaje
estrella
creada
con
la
única
intención
de
vender
más
juguetes
.
No
querían
montar
una
franquicia
o
capitalizar
el
negocio
en
otras
vías:
su
única
pretensión,
como
en
las
series
de
dibujos
de
los
80,
era
vender
más
juguetes.
¿Y
con
quién
se
juntaron
para
tan
noble
propósito?
Con
un
nombre
mítico
para
unos
y
terrorífico
para
otros:
Avi
Arad.

Robot

Arad
es
el
productor
que
ha
llevado
a
la
pantalla
el
‘Spider-man’
de
Sam
Raimi
y
los
‘X-Men’,
pero
también
‘Elektra’, ‘Bratz’
o
‘Borderlands’.
Nunca
se
sabe
con
él.
A
mediados
de
los
2000,
pretendiendo
hacer
algo
más
que
películas
de
Marvel
(por
aquel
entonces
solo
había
producido
17
películas,
todas
basadas
en
los
superhéroes
de
la
editorial),
se
metió
de
lleno
en ‘Cody,
el
Robosapien’,
originalmente
llamado ‘Robosapien:
Rebooted’.
Tanto
fue
así
que
diseñó
al
personaje
principal
y,
con
su
buena
fe,
confiando
en
el
éxito,

le
dejó
a
WowWee
todos
los
derechos
para
hacer
juguetes
relacionados
con
la
película
.
Todos
estaban
convencidos
de
que
esto
tenía
que
funcionar

o
sí.
Todos
se
iban
a
hacer
de
oro
con
el
robot
de
marras.

Tanto,
que
no
hacía
falta
ni
trabajarse
la
trama. ‘Cody,
el
Robosapien’
trataba
sobre
un
inventor
que
crea
un
robot
para
ayudar
a
rescatar
a
la
gente
que
lo
necesita,
pero,
cuando
se
entera
de
que
su
empresa,
Kinetech
Labds,
quiere
vendérselo
al
ejército,
le
programa
para
que
escape…
y
acaba
haciéndose
amigo,
claro,
de
un
niño
de
12
años,
Henry,

que
se
ve
obligado
a
luchar
contra
Kinetech
cuando
secuestran
a
su
madre
.
Apasionante
a
todas
luces.

Este
fracaso
no
lo
levanta
ni
Robosapien

La
película
se
rodó
en
2008
durante
un
mes,
para
aprovechar
que
la
gente
aún
tenía
el
juguete
en
mente
y
con
vistas
a
estrenarla
el
año
siguiente.
Sin
embargo,
el
tiempo
siguió
pasando,
y
otros
inventos,
como
los
Zhu
Zhu
Pets
o
la
Nintendo
Wii,
fueron
tomando
su
lugar.
Finalmente,
‘Cody,
el
Robosapien’
se
estrenó
en
DVD
en
Estados
Unidos
el
28
de
mayo
de
2013
,
cuando
todos
los
muñecos
estaban
ya
cogiendo
polvo
en
sus
respectivos
áticos.
Es
más:
tan
solo
llegó
a
estrenarse
en
cines
en
Reino
Unido,
Bolivia,
México,
Perú
y
Singapur,
para
los
pocos
interesados
en
ver
este
anuncio
de
86
minutos.

Para
haceros
una
idea
del
desastre, ‘Cody,
el
Robosapien’

costó
15
millones
de
dólares
y
recaudó
un
total
de…
290.502
alrededor
de
todo
el
mundo
,
incluyendo
el
dinero
que
se
llevaron
de
un
reestreno
en
2015
en
Qatar
y
Omán.
Obviamente,
no
se
lanzó
ningún
juguete
conmemorativo
de
la
película
y
tanto
WowWee
como
Avi
Arad
quieren
olvidarse
de
su
existencia.

No
os
preocupéis
por
WowWee:
sigue
en
pie,
lanzando
versiones
del
Robosapien
y
aliada
con ‘Roblox’
para
lanzar
diferentes
juguetes
basados
en
el
videojuego,
así
que,
al
menos,
han
conseguido
sobrevivir
a
una
metida
de
pata
desplazada
en
el
tiempo
como
esta.

Arad
también
sigue
haciendo
de
las
suyas:
tras
el
fracaso
del
Universo
Spider-Man
de
Sony

(con
‘Morbius’,
‘Kraven
the
hunter’

y
‘Venom’
a
la
cabeza)
y
el
éxito
de
‘Spiderman:
un
nuevo
universo’

y
su
secuela,
ahora
ya
está
preparando
la
película
de
‘The
Legend
of
Zelda’
.
Mientras
no
se
llame ‘Zelda:
Rebooted’
todo
va
a
ir
bien.

En
Espinof
|

La
olvidada
película
de
ciencia-ficción
que
fue
uno
de
los
mayores
fracasos
de
la
historia.
La
culpa:
su
campaña
de
marketing

En
Espinof
|

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