Fue estrenada directamente en plataformas sin pasar por las salas de cine y ha acabado siendo la mejor valorada de una franquicia que nació hace 38 años
Hace 38 años, cuando ya era una estrella de cine tras su trabajo en Conan, Terminator, Commando y otras películas de principios de los 80, Arnold Schwarzenegger inició una saga de ciencia ficción que probablemente nadie había pensado que seguiría estrenando películas de éxito cuatro décadas más tarde. Pero así es. De hecho, a principios de este mes de noviembre llegaba a las salas de cine Predator: Badlands, la sexta película de la franquicia -sin contar el crossover entre monstruos Alien vs Predator– desde que la primera entrega, Depredador, llegase a los cines en 1987.
La nueva película, dirigida por Dan Trachenberg, llega tres años después de que el cineasta volviese a reactivar el interés por la saga de acción y ciencia ficción en el año 2022, cuando estrenó la que entonces se convirtió en la película mejor valorada de la franquicia al completo, muy por encima del resto de secuelas e incluso mejor que la que inicio la saga. De momento, lleva más de 137 millones de dólares recaudados en todo el mundo.
Paradójicamente, la película que revitalizó la saga sobre uno de los monstruos más icónicos de la historia del cine no llegó a pasar por salas: fue estrenada directamente en ‘streaming’ de la mano de Disney+, donde rápidamente fue objeto de grandes elogios.
Hoy, es un día perfecto para volver a verla: Predator: La presa se emite en abierto a las 22:05 horas en el canal FDF.
Ambientada mucho antes que cualquiera de las cuatro películas anteriores -estrenadas en 1987, 1990, 2010, 2018- Predator: La presa se remonta a comienzos del siglo XVII, cuando Naru (Amber Midthunder), una joven perteneciente a la tribu comanche se convierte en guerrera, algo atípico para las mujeres de su cultura. Naru ha demostrado que puede ser tan buena como los jóvenes guerreros, o incluso mejor, así que cuando la tribu se ve amenazada por una extraña criatura, Naru se propone eliminarla. Esa será su mayor prueba, puesto que su enemigo es uno de los primeros Predator, altamente evolucionado, que aterrizó en su mundo para acabar con su pueblo y el resto de la humanidad.
Cuando Dan Trachtenberg y Patrick Aison presentaron por primera vez la idea de Predator: La presa al productor John Davis, ellos ya llevaban un tiempo pensando en el concepto. En ese momento se estaba trabajando en la anterior película, Predator (2018), pero la propuesta avanzó rápidamente.
Protagonizada por Amber Midthunder, la película pasó más desapercibida de lo que merecía, pero se le reconoció su status como una de las joyas desconocidas del año y la voz se corrió rápidamente.
Tras Prey, las buenas ideas de Trachtenberg han seguido haciendo crecer la franquicia: el cineasta también ha dirigido la recién estrenada Predator: Badlands y codirigido el filme de animación Predator: Asesino de asesinos (2025), estrenado directamente en Disney+ también este 2025.
Predator: Badlands está protagonizada por Elle Fanning en la piel de Thia, una sintética que une fuerzas con Dek, un joven Yautja encarnado por Dimitrius Schuster-Koloamatangi y narra cómo juntos se embarcan en una peligrosa misión en busca del adversario definitivo.