Tenía
14
años
cuando
ganó
el
Globo
de
Oro
y
se
convirtió
en
una
de
las
actrices
más
jóvenes
en
estar
nominada
al
Oscar,
pero
su
carrera
no
sería
tan
prometedora


Linda
Blair

tenía
solo
14
años
cuando
protagonizó
la
que
sigue
siendo
a
día
de
hoy

una
de
las
películas
de
terror
más
famosas
e
icónicas
de
la
historia
del
cine
.
Su
caracterización
como

Reagan
MacNeil

en


El
Exorcista

de

William
Friedkin

sigue
formando
parte
de
la
cultura
popular
más
de
50
años
después
y,
aunque
tanto
antes
como
después
de
aquella
película,
Blair
interpretó
otros
papeles,
el
personaje
sería
el
papel
por
el
que
se
la
recordaría
siempre.


Elegida
entre
más
de
600
actrices
para
el
papel
,
Linda
Blair
ganó
el
Globo
de
Oro
a
Mejor
actriz
de
reparto
por

El
exorcista

cuando
estaba
en
plena
adolescencia
y
también
se
convirtió
en
una
de
las
actrices
más
jóvenes
en
estar
nominada
al
Oscar,
pero


El
exorcista


no
solo
le
trajo
cosas
buenas
.

De
hecho,
la
realidad
es
que
tuvo

consecuencias
bastante
desagradable
en
su
vida
y
en
la
de
su
familia.

La
popularidad
de
la
película
la
puso
bajo
los
focos,
surgiendo
especulaciones
y
rumores
sobre
su
estado
de
salud
mental
y
además
Blair
comenzó
a
ser
amenazada
de
muerte
por
fanáticos
religiosos
obsesionados
con
el
filme.
Asimismo,
el
rodaje
de
la
película
también
tuvo

consecuencias
físicas

para
la
actriz,
puesto
que
en
las
escenas
estaba
atada
a
un
arnés
que
golpeaba
repetidamente
su
columna
vertebral
y
en
la
famosa
secuencia
en
la
que
la
cama
se
eleva,
un
fallo
técnico
hizo
que
cayese
y
se
fracturase
la
espalda.
La
lesión
se
convirtió
en
escoliosis
y
dolor
crónico.

Tras

El
exorcista
,
Linda
Blair
se
convirtió
en
una
estrella.
La
industria
se
interesó
por
contratarla
y
empezó
a
tener
muchos
papeles
protagonistas
que
la
llevaron
a
mudarse
a
Los
Angeles
pero
la
mayoría
fueron
en
películas
para
televisión
o
que
no
tuvieron
mucho
éxito.
En
1977
volvió
al
papel
que
la
había
convertido
en
una
estrella
en


El
exorcista
II:
El
hereje
,
pero
la
película
fue
un
fracaso
y
una
decepción
enorme
a
nivel
de
crítica
y
comercial.
Al
mismo
tiempo,

Hollywood
le
había
dado
la
espalda
cuando
la
actriz
comenzó
a
subir
de
peso

y
los
cambios
en
su
cuerpo
no
encajaban
con
la
imagen
que
los
productores
querían
explotar
de
ella.

Nada
de
esto
jugaba
a
favor
de
Blair,
que
en
ese
momento
también
tenía
una
vida
romántica
convulsa
y
había
comenzado
a
consumir
drogas.
De
hecho,
ese
mismo
año
fue
detenida
y

condenada
por
posesión,
consumo
y
tráfico
de
cocaína

y
anfetaminas
y
unos
años
más
tarde
fue
internada
en
un
centro
psiquiátrico
por
problemas
de
salud
mental.

A
partir
de
ese
momento,
hubo
un
antes
y
un
después.
En
los
años
80
regresó
a
la
actuación
pero
llegó
su
declive:
en
cinco
años
llegó
a
estar
cinco
veces
nominada
a
los
premios
Razzie
y

en
su
filmografía
comenzaron
a
acumularse
fracasos
y
películas
de
bajo
presupuesto
que
no
ayudaron
a
que
su
carrera
volviese
a
despegar.

Así
que
Linda,
aunque
nunca
se
alejó
del
todo
de
la
industria,
cambio
el
rumbo
de
su
vida
y
la
enfocó
a
llevar
a
cabo
acciones
benéficas.



Instagram
@thereallindablair

Además
de
actuar,

Blair
lleva
décadas
muy
enfocada
en
la
lucha
por
el
bienestar
animal
a
través
de
su
fundación
Linda
Blair
WorldHeart
Foundation

y
su
lucha
por
rescatar
y
rehabilitar
a
animales
maltratados
y
abandonados
se
ha
convertido
en
su
verdadero
emblema
como
figura
pública,
aunque
siga
siendo
recordada
por
su
papel
en

El
exorcista
.
Algo
de
lo
que,
por
otro
lado,
no
rehuye
ni
se
arrepiente,
llegando
a
retomar
el
personaje
en


El
exorcista:
Creyente

en
2023.