“¡Ojalá nunca llegue ese día!”, pensarán los miles de fanáticos del fútbol cordobés. Pero el tiempo pasa para todos y tarde o temprano hay cosas que aunque uno quisiera que fueran eternas van a llegar a su fin.

En las últimas horas el relator Carlos Andrés Houriet contó que es probable que pronto le ponga punto final a su carrera, aunque no dio una fecha al respecto.

“Estoy más pensando en el retiro que en quedarme, y digo la verdad. Soy un tipo agradecido, toda la vida fui así. Si yo hubiese hecho plata con el periodismo capaz que no relataría más. No tendría esa necesidad de seguirme subiendo al bondi”, contó “el Bocha” en una entrevista en A lo Barzola.

Houriet nació en Villa María hace 57 años, en un hogar con muchas carencias y dos padres que decidieron separarse. De niño relataba partidos imaginarios, pero tuvo que hacer de todo porque tenía hambre. Hasta que en Berrotarán empezó a relatar fútbol y un día la varita mágica de Víctor Brizuela lo trajo a Córdoba para darle su voz a un Racing de Nueva Italia vs. Douglas Haig de Pergamino.

Desde comienzos de los `90 transmitieron juntos partidos de aquí y allá. Belgrano, Talleres, Instituto, primera división, Copas del Mundo y más.

“El fútbol de Córdoba no le ha dado al hincha, todo lo que la gente le dio. Lo que ha dado el hincha de acá es maravilloso”, contó el relator de Cadena 3.

Y luego agregó: “Mi señora me salvó en todos los aspectos, y como soy un tipo agradecido y de buena memoria, lo recuerdo cada vez que puedo. La gringa se jugó por alguien que no tenía futuro. Hay que resaltar esos gestos. Porque es fácil jugársela por alguien que viene bien, con viento a favor”.

Por último, hizo una reflexión sobre cómo el paso del tiempo le hizo cambiar el foco sobre las cosas que realmente son trascendentales en la vida: “Yo cuando era pibe, pensaba que lo más importante era la pinta. Iba al colegio y miraba a un amigo con más pinta que uno y pensaba que le iba a ir mucho mejor que a mí. Después vas creciendo y decís que no es la pinta, sino que es la guita, y crees que aquel va a tener mejor auto o mejores minas por eso. Y crecés y decís que lo importante es la salud, definitivamente. Y seguí creciendo. Y no es la salud lo más importante…es el amor”.

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