El nombre de Ivo Costantino comenzó a sonar más fuerte en Belgrano desde la llegada de Caruso Lombardi. El delantero que había llegado desde Lincoln, provincia de Buenos Aires, causó buena impresión en el DT.

Gritó campeón dos veces en inferiores de AFA y salió goleador. Pero su llegada a Córdoba se dio luego de realizar varias pruebas en diferentes equipos para poder pegar el salto desde su pueblo natal. Lo hizo en River, Boca, Sarmiento y Belgrano. Quedó en el Pirata, pero a los pocos días recibió un llamado.

“Fue una decisión familiar más que nada. En Boca hay muchos jugadores. Cuando fui a probarme en Boca éramos 100 chicos más o menos en la prueba final. Me dijeron que me iban a llamar y nunca me llamaron. El 21 de enero de 2017 entré a la pensión de Belgrano y justo me llaman de Boca y dijeron que me estaban esperando en Casa Amarilla. Les conté que ya estaba en la pensión de Belgrano y ya me había fichado acá. Me dijeron que lo hablarían con Belgrano, pero les dije que no. Ya lo había decidido con mi familia”, contó el delantero en una entrevista con el sitio Golazo Argentino.

También recordó aquel primer partido en el Pirata, donde a poco de empezar le avisaron que su pase no había llegado. Se fue enojado a comer snacks con su hermano y en el entretiempo le avisaron que podía entrar. 

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“En el entretiempo íbamos 0 a 0. Me llaman y me dicen que ya habían llegado los papeles y podía jugar. Yo estaba muy relajado. Comiendo, no estaba preparado jugar. Me cambié y entré a calor y a los 15 minutos entré a jugar. Entro, hago dos goles, y el partido terminó 2-0”, contó.

Prensa Belgrano.

La nota completa realizada por Jimmy Lee

El mundo entero está viviendo con el Coronavirus y todos sus impactos. Uno de ellos es la realidad deprimente de que el futbol ya no es una parte de nuestras rutinas diarias y semanales. Pensá bien en cuan miserable has estado sin el futbol. Ahora, imaginate que sos un pibe de 21 años y habías entrenado toda tu vida para ser un futbolista. Imaginate que por fin tuviste tu oportunidad de debutar con el equipo mayor. Imaginate si unos días después, firmaste tu primer contrato profesional. Y por fin, inaginate que apenas estabas encontrando tu lugar en el equipo y ganado la confianza del técnico, todo de repente paró.

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Para Ivo Costantino, no lo tiene que imaginar, es la realidad que está viviendo.

Ivo nació el 6 de enero 1999 en Lincoln, un pueblo de 30 mil habitantes en la provincia de Buenos Aires. Posiblemente te sorprendería saber que, diferenciado a la mayoría de los chicos argentinos, su viejo no le dio una pelota de futbol mientras estaba en la cuna. De hecho, fue criado en una familia no tan futbolera. “Nadie me la dio, yo pedía la pelota. En mi infancia no me acuerdo otra cosa que jugar el futbol. Estar con amigos significaba jugar el futbol.”  

Su familia se mudó a la provincia de Chaco cuando tenia cuatro añitos. Cuando vivía en el norte, empezó a jugar por primera vez con un equipo de futbol. Cuando tenia ocho, su familia volvió a Lincoln y Ivo empezó a jugar para Rivadavia. Después de jugar ahí por seis años el club lo dejó libre y tenía que encontrar otro club. Si Rivadavia no lo quería, decidió que iba a jugar para la contra. Ivo se unió a El Linqueño, un club de la cuarta categoría del futbol argentino. Poco después de empezar con el club, hizo su debut con el primer equipo. Sus éxitos empezaron a atraer otros clubes, algunos muy grandes.

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Cuando tenía 16, tuvo pruebas con Sarmiento de Junín, Belgrano, River, y Boca. En Sarmiento no se quedó. En River, sí, pero El Linqueño no le dejó salir. Tanto Belgrano como Boca lo querían también y Ivo tuvo que tomar una decisión difícil. “Fue una decisión familiar más que nada. En Boca hay muchos jugadores. Cuando fui a probarme en Boca éramos 100 chicos más o menos en la prueba final. Me dijeron que me iban a llamar y nunca me llamaron. El 21 de enero de 2017 entré a la pensión de Belgrano y justo me llaman de Boca y dijeron que me estaban esperando en Casa Amarilla. Les conté que ya estaba en la pensión de Belgrano y ya me había fichado acá. Me dijeron que lo hablarían con Belgrano, pero les dije que no. Ya lo había decidido con mi familia.

Habiendo cumplido 17 hace poco, Ivo se encontró lejos de su casa en una ciudad nueva con otros chicos desconocidos. “Tuve un año difícil en la pensión, no me pude adaptar. Me venía mi seguido para mi ciudad porque no me adaptaba. Hasta incluso pensé en volverme muchas veces. Me costó dos años mas o menos acostumbrarme a estar allá. Me gusta Córdoba, pero extrañaba mi familia, mis amigos, y mi novia.”

Ser parte de los inferiores significa mucho crecimiento, no solamente futbolísticamente, pero personal también. Es difícil vivir lejos de la familia y tener que aprender a formar conexiones con nuevos compañeros del equipo. “Casi todo el tiempo tenía los pensamientos de que no iba a llegar. Si por ahí tenés un partido malo y pensás, no puedo estar acá, no me quedo acá. O por ahí tenés un partido bueno y te creés cerca, pero seguís lejos y te preguntás cuando me tocará.”

Por suerte, Ivo y los otros chicos que pasaban por situaciones similares no estaban lejos del apoyo que tanto necesitaban. “En Belgrano hay gente trabaja para eso, salud psicosocial, y siempre están al lado de los chicos de los inferiores. Siempre apoyan y tratan de hablar y ayudar. Eso me ayudaba mucho a mí en esos días difíciles.”

En su primer partido con la cuarta, Belgrano había viajado a jugar contra San Martín de San Juan. Ivo iba a arrancar de titular. Cuando el partido estaba por comenzar, prontamente se enteró que no pudo jugar. Los papeles de El Linqueño no habían llegado y Ivo no estuvo habilitado para participar.

“Me largue a llorar. Estuve mal en el vestuario. Los chicos salieron a jugar. Mi viejo había viajado de Buenos Aires para verme jugar. Me subí a la camioneta de mi viejo y me puse a comer chisitos con mi hermanito. Comimos y tomamos jugo mientras veíamos el partido. En el entretiempo íbamos 0 a 0. Me llaman y me dicen que ya habían llegado los papeles y podía jugar. Yo estaba muy relajado. Comiendo, no estaba preparado jugar. Me cambié y entré a calor y a los 15 minutos entré a jugar. Entro, hago dos goles, y el partido terminó 2-0.”

En diciembre de 2018, Belgrano goleó a su máximo rival Talleres 4 a 0 para ser coronados los campeones de la cuarte de AFA. “Fue una experiencia increíble poder formar parte de ese equipo.” El año siguiente Belgrano repitió como campeones de la cuarta y Ivo fue goleador del campeonato.

Entre esos campeonatos de la cuarta, el equipo mayor de Belgrano descendió de la primera división. “El partido en lo que terminamos perdiendo la categoría, nos tocó verlo todos en la pensión. Fue algo muy feo. Como chico, era de San Lorenzo, pero me enamore de Belgrano y la gente que trabaja en el club. De alguna manera u otra iba a terminar siendo hincha del club. El descenso lo vivía de hincha. Fue algo duro.”

Belgrano arrancó la temporada 2019/20 en la Primera Nacional, pero el equipo no andaba bien. Después de ocho partidos, el técnico fue despedido. El club dio el lugar a un técnico interino, pero él solamente duró cinco partidos. Cuando el ano 2019 se estaba por cumplir, el Pirata contrató a Ricardo Caruso Lombardi.

“Caruso iba llevando categorías a pruebas, nosotros, la cuarta, éramos la primera categoría de prueba. Fuimos y tuve un buen entrenamiento. Me llama y me preguntó cuantos años tenia y si venía entrenando con primera. Le decía que casi nunca y se sorprendió. Después me empezaba a llevar a los entrenamientos y me dijo que me quedé ahí fijo en primera. Me entrené una semana con ellos y me concentró en el partido contra Estudiantes de Buenos Aires.”

Ivo no jugo en aquel partido, pero estaba empezando a meterse dentro del primer equipo. Participó en la pretemporada con el equipo mayor por primera vez antes del campeonato de 2020. Belgrano terminó 2019 con una racha de 10 partidos sin ganar, pero comenzó 2019 con dos victorias y un empate. Pero Ivo no fue convocado en ningunos de esos primeros tres partidos, pero sabía que su momento estaba cerca. “Estaba contento, sabía que estaba ahí y mi oportunidad se venía pronto.”

El cuarto partido del año se jugó en Alberdi contra Deportivo Morón. De nuevo, Ivo no fue convocado. “Marcelo Estigarribia iba a ser el delantero suplente. Se lesionó haciendo los calentamientos. Y no sabía nada de eso. Entré en el vestuario una hora antes del partido y estaban mis cosas ahí. No tenía ni idea cuando llegue a la cancha que iba a estar en el banco.”

Belgrano abrió el marcador en el minuto 10 del encuentro. Se había acercado varias veces al segundo tanto, pero concluía el partido y El Pirata seguía ganado por el mínimo. En el minuto 40 del segundo tiempo el técnico se acercó a Ivo y le contó que iba a jugar. Cuando se despertó por la mañana, pensaba que iba a ver el partido como hincha, pero de repente, estaba por cumplir un sueño y debutar con la primera de Belgrano.

“Siempre pensaba que en ese momento iba a sentir nervios. Pero cuando me tocó, la verdad, tenía felicidad y muchas ganas de entrar y correr mas que nada. Y cuando ves la gente no te queda otra que tener las ganas de correr. Era espectacular.” Belgrano ganó 1 a 0.

La semana siguiente Ivo continuaba entrenando con la primera. Después de uno de los días de entrenamiento, recibió una llamada que le decía que tendría que presentarse el jueves en el Gigante de Alberdi porque iba a firmar su primer contrato profesional. “No sabia que iba a firmar. Fue inesperado. Llamé a mi familia para que vengan. Un día de mucha felicidad. No solamente por el esfuerzo mío, sino también de ellos. Siempre apoyaron, siempre estuvieron. Me dieron todas las posibilidades para que yo juegue.”

El próximo partido, su primer partido como futbolista profesional, Ivo entró otra vez como suplente, pero esta vez jugó por 30 minutos. Belgrano jugó un solo partido mas antes de que el futbol al nivel mundial paró.

Ivo volvió a Lincoln para pasar la cuarentena en casa con su familia. El equipo sigue recibiendo instrucciones de entrenamiento cada día de sus técnicos y Ivo esta haciendo lo mejor que puede para mantense en forma con los pocos recursos que tiene en casa. “No es lo mismo. Futbol es un deporte en conjutos. Si entrenás solo, perdés muchas cosas.”

Ivo agregó, “Todavía llamo algunos compañeros y nos ponemos a hablar un rato. Los viernes tenemos una reunión todos juntos por Zoom y hacemos actividades extra-futbolísticas. Hacemos cosas para divertirnos y estar juntos un rato. También cocino, por lo general cosas dulces como tortas. Estoy trabajando con mi viejo en las ventas. Vendemos autos, camionetas, cosas así. He aprendido mucho. Me entretengo mucho.”

Después de una vida de trabajo, justo cuando su carrera profesional se estaba echando raíces, todo de repente se detuvo. La gente de toda la planta está enfrentándose con esa nueva realidad y lo que significa, tanto hoy como en los días y meses que vienen. Ivo esta en eso también. Tiene cada intención de volver a la cancha y arrancar exactamente donde paró. Cocinar tortas y vender autos ha sido un hobby entretenido, pero su llamamiento en esa vida es jugar la pelota, y esta planeando hacerlo por mucho tiempo más.

 

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