Corresponsal

Las autoridades españolas defendieron su plan de desconfinamiento gradual y lo desvincularon de los últimos repuntes leves de más de 200 muertes y 500 casos nuevos de coronavirus diarios, en medio de crecientes presiones para acelerar el levantamiento de las restricciones impuestas a la población y reactivar la economía.

“Tendremos que aprender a convivir con el virus, porque la amenaza no será vencida hasta que no haya un tratamiento farmacéutico o una vacuna que pueda administrarse de forma general”, advirtió el ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su comparecencia semanal en comisión en el Congreso de Diputados.

A dos meses de que se decretara por primera vez el estado de alarma que obligó al confinamiento casi total de la población española con el objetivo de frenar el avance del coronavirus, la pandemia retrocede en las últimas semanas de forma estable, con algunas variaciones diarias que, no obstante, no rompen esta tendencia.

Tendremos que aprender a convivir con el virus, porque la amenaza no será vencida hasta que no haya un tratamiento farmacéutico o una vacuna que pueda administrarse de forma general

Salvador Illa, ministro de Salud

De acuerdo con el último balance del ministerio de Sanidad, España registró 217 nuevos fallecidos por coronavirus, superando el umbral de las 200 víctimas fatales tras permanecer por debajo durante cinco días consecutivos. Este ligero incremento eleva el total de muertos a 27.321.

Por otro lado, se detectaron 506 nuevos contagios por pruebas estándar PCR en las últimas 24 horas, también un incremento superior a los días previos, y que lleva el total de infectados a 229.540.

“Los incrementos (de fallecidos y contagios) son pequeños. Las comunidades autónomas muestran una evolución a la baja, y esto nos permite pensar que seguimos en una situación favorable”, remarcó Fernando Simón, el principal asesor del gobierno español en la crisis del coronavirus.

Asimismo, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias apuntó que el repunte de fallecidos “nos se puede asociar al cambio de fase de los distintos territorios”.

El lunes pasado, más de media España avanzó a la “fase 1” del plan de desescalada del confinamiento, abriendo espacios exteriores de bares y restaurantes y comercios minoristas, además de centros culturales o deportivos con un límite de ocupación y manteniendo estrictas medidas de distanciamiento e higiene.

Sin embargo, la Comunicad de Madrid y Cataluña, las dos principales focos del coronavirus en España, quedaron al margen de la relajación del confinamiento.

De hecho, “los fallecidos estos días son las personas que estaban ingresados en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) desde hace días. El incremento de hoy está condicionado con la suba de un 60% en los muertos en Cataluña”, precisó el experto.

Mientras las autoridades de Madrid volvieron a pedir pasar a la “fase 1” a partir del próximo lunes, Barcelona y su área metropolitana permanecerán una semana más en la etapa de preparación por decisión del gobierno regional, aunque pretenden “flexibilizar” algunas medidas.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, socia del gobierno español, defendió que la capital catalana no pase a la fase 1 hasta el 26 de mayo, pero reclamó que “abran ya las escuelas” por la salud emocional de los niños y porque es un servicio esencial también para los padres.

El veto del Ministerio de Sanidad a que Madrid pasara de fase la semana última disparó protestas en el barrio de Salamanca de la capital, uno de los más acaudalados, donde desde el domingo se llevan a cabo cacerolazos contra el gobierno desde los balcones y en la calle, animados por la derecha y la extrema derecha.

“Esperen a que la gente salga a la calle, lo de Núñez de Balboa les va a parecer una broma”, dijo la presidenta regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras respaldar que los manifestantes salgan “un ratito por la tarde en sus propias calles” para protestar contra el gobierno español de Pedro Sánchez, que tachó de “dictatorial”.

Esperen a que la gente salga a la calle, lo de Núñez de Balboa les va a parecer una broma

Isabel Díaz Ayuso, presidenta regional de Madrid

La calle Núñez de Balboa, en una zona acomodada de Madrid, es frecuentemente sede de protestas de los residentes del lugar, en general alineados con la derecha.

Aunque Simón también desvinculó estas protestas del repunte de los contagios, el vocero de partido Unidas Podemos, Pablo Echenique, reclamó a las autoridades que actúen contra estas manifestaciones de la “clase alta” que se están “saltando las normas” y “poniendo en peligro” a todos.

En ese sentido, el delegado del gobierno en Madrid, José Manuel Franco, advirtió que se sancionaría a los que no respetaran el distanciamiento social.

El partido ultraderechista Vox también promueve una protesta a nivel nacional contra el gobierno en una caravana para el 23 de mayo, aunque está prohibido manifestarse bajo el estado de alarma.

La derecha y la extrema derecha coinciden en que no se puede esperar ni un minuto más para reactivar la economía, además de considerar una “barbaridad” mantener a los turistas que lleguen a España 14 días en cuarentena debido a que desincentivará el turismo, uno de los sectores más golpeados por la crisis del coroanvirus.

Esta medida regirá desde este viernes para los extranjeros que lleguen al país, pero por el momento solo hasta el 23 de mayo, cuando vence la última prórroga del estado de alarma, cuya continuidad no está asegurada.