La película ‘Madre/Androide’ llegó a Netflix España este viernes 7 de enero. Rápidamente se coló en el Top 10 de la plataforma, por lo que seguro que muchos de vosotros ya habéis tenido la oportunidad de verla y quizá os hayáis quedado con alguna duda sobre su desenlace. Por ello he creído interesante recuperar unas declaraciones que Chloë Grace Moretz ha hecho sobre el final de ‘Madre/Androide’ en una entrevista concedida a Yahoo.
Cuidado con los SPOILERS a partir de aquí.
Como recordaréis, su personaje de la protagonista de ‘Pasajero oculto’ se ve obligada a entregar a su bebé con la esperanza de que así tenga una vida mejor alejado de la rebelión de los androides. Moretz recuerda que se echó a llorar la primera vez que lo vio porque “estaba llorando en la primera lectura, raramente un guion te conmueve tanto“, apuntando además lo siguiente:
Fueron algunas de las secuencias más duras que he hecho como actriz hasta ahora. Rodamos la película de forma cronológica, así que eso fue de lo último que hicimos de la película. Ya habíamos rodado la secuencia del nacimiento y había tenido en mis brazos al bebé por primera vez. La voz en off que acabé haciendo él la hizo básicamente como si fuera una carta, para que así pudiera saber exactamente qué estaba pasando. Así pude imaginar esos momentos en mi cabeza y alternarlos con los flashbacks.
Eso hizo que la emoción fluyera aún más, porque él estaba leyendo mientras lo leía y yo estaba llorando en pantalla. Hacía 15 grados y estaba nevando en mitad del puerto de Boston. Fue contra los elementos, contra todo pronóstico, y fue hermoso.
Moretz recuerda que ‘Madre/Androide’ está inspirada en la historia real del director y guionista Mattson Tomlin, al que “sus padres dieron en adopción durante la revolución rumana“, apuntando que el mensaje de la película es que “al final hay esperanza de que la humanidad pueda salir adelante y que la humanidad y el amor lo conquistarán todo” Para quien no la hay es para Sam, ya que el personaje interpretado por Algee Smith muere fuera de plano, una decisión por parte de Tomlin que Moretz explica así:
Quería ser muy claro, y ese último plano de mí mirando fijamente a cámara estando completamente ida en muchos aspectos representó todo lo que necesitábamos. Mattson fue muy específico cómo cómo quería rodarlo y no hicimos muchas tomas. Hicimos la mayoría de escenas en una. Fue un rodaje de 29 días con muy poco dinero, así que no había mucho margen de error. La escena inicial es también la escena final en frente de la chimenea, y queríamos jugar más con eso, como una experiencia más catártica.
Cuando pasas por una experiencia tan desgarradora y ese trauma, no reaccionas de inmediato. Ella probablemente no procesó por completó lo que pasó durante mucho tiempo. Así que queríamos que se sintiera cercano y realista en lugar de él, a falta de un término mejor, sobreactuar el momento. Queríamos retirarnos, permitir que respirara y no ensayarlo. No ensayamos casi nada, queríamos que fuera como surgiera.