Para
disgusto
de
algunos
fans
del
terror,
2018
fue
uno
de
los
años
que
trajo
de
vuelta
el
término
“elevated
horror”.
Parte
de
la
culpa
la
tuvo
‘Hereditary’.
La
cinta
fue
un
antes
y
un
después
para
A24
y
para
el
género
moderno,
y
uno
de
esos
raros
casos
de
saber
contentar
al
espectador
medio
y
a
aquellos
más
afines
del
cine
autoral.
Ha
llovido
desde
entonces.
Ari
Aster
ya
no
está
solo
interesado
en
hacer
terror
y
A24
también
ha
diversificado
su
catálogo,
pero
aquella
película
se
mantiene
como
un
modo
muy
concreto
de
entender
el
género,
y
para
los
primerizos
que
no
hayan
tenido
el
placer
de
verla
aún
o
quieran
redescubrirla,
acaba
de
llegar
a
Netflix
México.
Obra
prima
cinemátográfica
de
Ari
Aster,
cineasta
que
hasta
aquel
momento
había
hecho
cortometrajes
complejos
como
el
incomodísimo
‘The
Strange
Thing
About
the
Johnsons’,
la
potencia
de
la
película
reside
en
que
funciona
tan
bien
como
drama
familiar
que
como
película
de
terror.
Concretamente
una
de
espiritismo.
Tras
el
repentino
fallecimiento
de
la
madre
de
Annie
(Toni
Collette),
la
familia
no
encuentra
clasura
en
unas
dinámicas
tan
tensas
y
resentidas.
La
abuela
era
una
mujer
de
muchos
secretos,
y
esto
les
sigue
afectando
después
de
su
muerte.
La
película
no
revela
todas
sus
cartas
desde
el
principio,
pero
es
parte
del
encanto
en
una
trama
cuyo
efecto
sopresa
es
parte
de
lo
que
hace
que
funcione.
La
otra
parte
es
el
trabajo
de
guion
y
la
densa
atmósfera.
Aster
no
le
teme
aquí
a
tomarse
las
cosas
con
calma,
con
lo
que
consigue
que
cuando
las
cosas
ocurren,
impacten
más.
La
puesta
en
escena
fue
también
muy
fresca
en
su
día.
De
inusuales
planos
abiertos
que
ocultaban
detalles
en
su
fondo
a
su
magistral
uso
del
sonido
la
ayudaron
a
sentar
cátedra
en
técnicas
que
desde
entonces
hemos
visto
replicadas.
La
película
tuvo
una
crítica
entusiasta,
consigiendo
un
90%
en
Rotten
Tomatoes.
Para
Espinof,
Víctor
López
afirmaba
que
marcaba
“un
antes
y
un
después
en
el
género”.
En
Espinof
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35
películas
de
terror
imprescindibles
en
lo
que
llevamos
de
siglo
XXI